Tras algunas reuniones, el Gobierno Nacional dio terminado el Consejo de Mayo, ese órgano multisectorial creado por el llamado Pacto de Mayo. Se suponía que ahí se iban a lograr acuerdos y borradores de eventuales reformas en materia laboral, impositiva y previsional para presentar en el Congreso, pero después de seis meses de reuniones no pasaron de los títulos. La CGT ya se prepara para resistir.
“Hoy tuvimos la última reunión del Consejo de Mayo previa a la presentación del informe final que se realizará el próximo 9 de diciembre”, anunció ayer el jefe de Gabinete de la Nación, Manuel Adorni. Por su parte, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, contó que el 9 de diciembre van a presentar un documento “que, además del análisis, tendrá un resumen de la discusión, proyectos que el Ejecutivo enviará al Congreso sobre estos temas, y recomendaciones al Presidente y los gobernadores firmantes”.
Se espera que ese día se presente la reforma laboral de la que viene hablando la administración liberataria. Sin embargo, a la salida de la útlima reunión, el secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez, y representante de la CGT en el Consejo, relativizó los avances en la elaboración del proyecto. “No sabemos cuáles son los proyectos, sabemos cuáles son los títulos”, le dijo a la prensa acreditada en Casa Rosada. En la misma línea, aclaró que “no hubo consenso” y que no van a firmar ningún acuerdo. “No conocemos cuál es el contenido de las leyes, sabemos los títulos”, remarcó.

Casi en paralelo, las nuevas autoridades de la central obrera recibían en su sede a dirigentes de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA). Desde la CGT informaron que el encuentro sirvió “para enfrentar en conjunto la crisis productiva y analizar el impacto de la reforma laboral que quiere llevar adelante el gobierno de Javier Milei“.
Los dirigentes gremiales vienen de reunirse con diputados nacionales para abordar el mismo tema y dijeron tener una “postura proactiva” respecto a eventuales reformas. En este contexto, se dio la reunión de ayer con referentes de las pymes que fue celebrada por ambos bandos. “Pudimos intercambiar opiniones sobre la actualidad, el sector productivo, sobre todo el industrial y también el comercial“, contó Marcelo Fernández, el presidente de la CGERA.
¿Preparan una reforma laboral propia?
Desde la Confederación General Empresaria confirmaron que decidieron crear mesas de trabajo para abordar en profundidad los temas tratados ayer con la CGT y la CAME. El objetivo final es “acercarles a los legisladores y al Gobierno Nacional propuestas hechas por el sector privado y por las partes interesadas, para que no legislen otros que no conocen en profundidad cada una de las actividades”, precisó Fernández.
Más que de reforma laboral, en la CGERA hablan de “una gran ley pyme” consensuada con todos los actores y modificaciones en distintas áreas sensibles. “Es necesario un entorno donde la carga burocrática, los costos logísticos y de energía, la presión fiscal y el sistema financiero, la infraestructura, la estabilidad monetaria, control o mercado para las tarifas públicas, las normas laborales y los fallos judiciales no sean anclas”, expresaron.

La reunión de ayer terminó con una convocatoria abierta para “buscar estos acuerdos básicos” que mejoren la competitividad de las empresas argentinas a la vez que se genera empleo de calidad. Habrá que ver si la central obrera y las pymes logran avanzar o si la reforma laboral libertaria se lleva puesto cualquier contrapropuesta.

