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“Contra el crimen estamos unidos todos: los oficialistas, los opositores y los ciudadanos”. Después de muchas reuniones y mediodías de deliberación con la mesa chica en Olivos, Alberto Fernández anunció finalmente desde la residencia presidencial el Programa de Fortalecimiento de Seguridad para el Área Metropolitana de Buenos Aires. Silencios, guiños y el cuidado mensaje más para los propios que para los ajenos.
Si bien el plan estaba en carpeta desde diciembre del año pasado, en la última semana hubo cambios significativos en la letra chica. De acuerdo a lo que pudo saber INFOCIELO, las cinceladas finales fueron dadas en el almuerzo que el Presidente mantuvo el miércoles en Olivos, después de la polémica sesión en Diputados.
Máximo Kirchner, Sergio Massa, Eduardo “Wado” de Pedro y Santiago Cafiero pasaron su habitual encuentro de los martes al miércoles y el plan de seguridad fue, además de la estrategia parlamentaria a futuro, uno de los principales temas de agenda, especialmente en el Conurbano. El desafío principal era cómo anunciarlo e implementarlo sin que gran parte del Frente de Todos lo interprete como una “derechización” del discurso.
“La campaña ya empezó, aunque nadie lo blanquee. De un lado y del otro”, confiaron fuentes de la mesa chica a Infocielo. “La decisión que se tomó fue apuntar a la problemática de la seguridad que está siendo un tema de agenda en los medios opositores y es la bandera de Juntos por el Cambio”, reconocen. La otra propuesta era apostar a la reactivación económica, que comienza de a poco a dar señales verdes. Quedó descartada.
El anuncio de hoy no fue casual y ningún detalle quedó librado al azar. Pese a la resistencia interna de una parte de la coalición, el presidente apoyó por completo el reclamo de Sergio Massa en el marco del conflicto por las tomas de tierra que arrecian en el Conurbano e intentó oficiar de mediador con quienes plantearon un abordaje social y no punitivo del conflicto.
“Massa siempre fue coherente con su postura y es respetable. Lo sostuvo antes de sumarse al Frente y lo mantiene estando dentro de la coalición”, reconocen desde la pata del Frente de Todos que salió a cuestionar con dureza la posición que adoptó en los últimos días Alberto Fernández y la “mesa chica”.
Desde las otras dos paras de la coalición, resaltan la importancia de escuchar el reclamo social y dar respuestas inmediatas. “Por fuera del debate ideológico sobre si se está criminalizando o no a la pobreza, estamos hablando de miles de familias que perdieron a un ser querido en manos de la delincuencia. Desde ya que la pandemia nos va a dejar un escenario muy delicado y de tensión social, pero es algo que heredamos también de los últimos cuatro años”.
El volantazo de la última semana afectó de modo directo las expresiones públicas de muchos representantes del Gobierno, quienes tuvieron que “acomodar” sus discursos. El cambio afectó incluso al gobernador de la provincia de Buenos Aires. El lunes, sin ir más lejos, Axel Kicillof había respaldado a Sabina Frederic, ministra de Seguridad de la Nación, la primera en ser cuestionada por abordar la problemática de las tomas con una perspectiva social.
“Hay una necesidad y es innegable. Lo que queremos es responder a esa necesidad con programas, planes y perspectivas que dé el Estado, con reconocer un derecho”, aseguró a principios de semana el gobernador. Mientras tanto, su ministro de Seguridad marcaba la agenda con una posición punitivita e incluso acusó a organizaciones sociales –muchas de las cuales integran el Frente- de estar detrás de las tomas.
El jueves, después de la cumbre de la mesa chica en Olivos, el gobernador viró su discurso. “Las usurpaciones son ilegales y producen situaciones injustas. Sabemos que la provincia de Buenos Aires tiene un enorme déficit habitacional, pero este no se soluciona con intrusiones ilegales”, fundamentó, luego de la reunión que mantuvo con los intendentes peronistas del Conurbano.
El protagonismo de Gustavo Menéndez, Gustavo Posse y Mayra Mendoza en el acto no fue casual. “Se buscó darles visibilidad a los intendentes, que son los que vienen reclamando por este tema desde hace mucho tiempo”, reconocen desde el Frente de Todos. El otro guiño fue la caja: si bien la intención inicial del gobernador era el manejo directo de los fondos que enviará Nación, finalmente tras la mediación de Santiago Cafiero se acordó que si bien los fondos serán enviados a la gobernación, quedará en manos de los municipios la ejecución de $6.500 millones.
La pluralidad de voces y el protagonismo de los intendentes tuvo otro objetivo no menor: desdibujar en la medida de lo posible la resistida presencia de Berni, quien estuvo en la primera línea junto a Frederic. Una suerte de guiño a la ministra, quien también se vio obligada en las últimas horas a cambiar su discurso, para encolumnarse detrás del presidente. “Nos preocupa que haya estos hechos de usurpación de tierras. Son actos ilegales prohibidos por la ley”, señaló, al tiempo que aseguró: “Hay algunas de estas personas, no todas, que sufren necesidades habitacionales”.
La tensión entre Alberto Fernández y la ministra de Seguridad de Nación se visibilizó el miércoles por la noche, cuando Fernández recibió en Olivos a los periodistas Marcelo Bonelli y Edgardo Alfano. Fue la primera vez que habló del tema y, para sorpresa de una parte del Frente de Todos, respaldó a Berni. “La ocupación no es algo legalmente permitido. Uno puede encontrar argumentos del momento de mucha gente que padece. La ley lo prohíbe”, sentenció y desestimó así la postura de su funcionaria.
Consultado por la decisión de Frederic de denunciar a quienes se manifestaron en contra de la ocupación de tierras en Villa Mascardi, el presidente se desentendió del tema. “Ahí hay una discusión mucho más compleja. No conozco el caso puntualmente y quiero ser riguroso y cuidadoso con estas cosas”, se excusó.
“Lo conozco a Berni hace muchos años. Cuando nosotros llegamos con Néstor al Gobierno teníamos todos los días un piquete en cada esquina. Néstor me dijo: ‘Allá en el Sur tengo un médico militar que nos puede dar una mano’. Ahí lo conocí y nos dio una enorme ayuda. Lo respeto porque le pone mucha garra al trabajo”, destacó.
Desde el Frente de Todos reconocen que la “derechización” del discurso responde a una necesidad electoral de captar un porcentaje de votantes que podría ser capitalizado por el ala más dura de Juntos por el Cambio en las próximas elecciones; principalmente en territorio bonaerense. “Es un discurso que prende más en ese sector y en los medios de comunicación opositores. Está claro que la línea viene por ese lado”, advierten.
Como principal articulador de la Coalición, el presidente intentó conciliar a los dos bandos que hoy se encuentran en veredas opuestas, pese a mantener la unión del Frente. En efecto, durante su discurso el primer mandatario le dio la derecha a Mendoza, quien durante el acto reclamó que no se “criminalice a la pobreza”. “Alberto no lo saludó a Berni”, destacaron también desde un sector del Gobierno. Los saludos fueron sólo para Frederic y Kicillof, tal vez los que más concesiones hicieron en los últimos días.
“Del caso Facundo no se habla”
La elección de las palabras también fue muy cuidada. Alberto Fernández habló de los familiares de “víctimas de la inseguridad”, pero optó por no hacer alusión a los casos de violencia institucional denunciados por distintas organizaciones de derechos humanos y cuya bandera principal hoy lleva el rostro de Facundo Astudillo Castro.
“Había un compromiso en avanzar en una purga contra la Policía Bonaerense en caso de que se identificaran los restos de Facundo. También se puso en duda la continuidad de Berni en su puesto. De eso hoy ya casi no se habla”, advierte el sector de la Coalición que impulsó no sólo el acercamiento del presidente al caso, sino que estuvo detrás de la audiencia privada que Cristina Castro mantuvo en Olivos con el Presidente.
Lo que se espera ahora es el resultado final de la autopsia. Es decir: si los peritos logran confirmar o no que Facundo murió por asfixia mecánica o si, como sostiene ahora Berni, se trató de un accidente. Esos datos forenses, así como la fecha de la muerte, estarán recién dentro de un mes. “Se patea el tema cada vez que se puede”, denuncian.
La decisión de no hacer mención al caso Facundo durante el acto de hoy no cayó bien en un sector del Gobierno. “Montamos un show de patrulleros y efectivos policiales en Olivos, pero no hablamos de los casos de gatillo fácil, ni de la violencia institucional. Hay un abismo entre eso y condecorar a Chocobar, pero no se puede mirar para otro lado”, reclaman.
Sin ir más lejos, el propio Alberto Fernández le dedicó gran parte de su discurso a la cuestionada fuerza bonaerense. “La seguridad no es solamente tener efectivos en la calle. Las carencias que vive la Policía de la Provincia de Buenos Aires son muchas. Tener policías que no tienen la protección ni los móviles adecuados. Es muy difícil manejar la seguridad y esa Policía”.
En un nuevo giro pendular, Fernández articuló su discurso tras detallar el estado de situación de la Bonaerense con un guiño a Frederic y Kicillof, y una omisión absoluta a Berni. “Desde el primer día trabajamos con Sabina y con Axel para ver qué debemos hacer para ayudar a la provincia de Buenos Aires, en especial al Conurbano, que concentra el problema mayor del delito. Es el tema que más nos preocupa, más allá de la pandemia”.
La presencia de Gabriel Katopodis tampoco fue casual. Será el Ministro de Obras Públicas de la Nación quien tenga a su cargo la construcción de doce nuevas unidades carcelarias. “Dos albergarán a mil reclusos cada una y diez que podrán albergar a 300 reclusos cada una; son alcaldías”, detalló Cafiero, al tiempo que destacó: “Son cinco mil nuevas plazas penitenciarias y permitirán trasladar a los reclusos que hoy están en comisarías”.
“Se resolvió el problema habitacional entonces. Quienes toman tierras van a tener un techo, pero será en el Servicio Penitenciario”, se quejaron desde un sector del Gobierno. Desde la otra punta de la mesa, destacan el refuerzo: “Es indispensable mejorar las condiciones habitacionales de los reclusos y reforzar el sistema, que viene muy abandonado”.
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