La Confederación General del Trabajo (CGT) viene ligando cuestionamientos desde distintos frentes. Por un lado, tiene sindicatos reclamándole que convoque a un nuevo paro general y, por otro, a sectores políticos y sociales temiendo que avale una reforma laboral diseñada por el Gobierno Nacional de Javier Milei. La participación de Gerardo Martínez, uno de sus máximos referentes, en el Consejo de Mayo, no ayudó.
Según el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, la quinta reunión del Consejo de Mayo que nuclea a empresarios, políticos y gremialistas, sirvió para avanzar “en la construcción de acuerdos amplios para llevar adelante la agenda de reformas estructurales que la Argentina necesita”. En palabras del ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, esos cambios de fondo son, esencialmente dos. “Se vienen las reformas de segunda generación, que son las reformas laboral y tributaria“, prometió la semana pasada durante su participación en el Coloquio IDEA.
Frente a esta agenda que impulsa la administración libertaria, Martínez, secretario general de la UOCRA e integrante del Consejo Directivo Nacional de la CGT, publicó un comunicado clarificando la postura de la central obrera sobre la pretendida reforma laboral. “En las reuniones del Consejo de Mayo, esta CGT, con sólidos argumentos y claras definiciones, expresó un contundente y categórico rechazo a cualquier intento de reforma laboral, especialmente a aquellos inspirados en el Decreto 70/23“, afirmó.
En esta línea, Martínez marcó que “los derechos laborales no son la causa del denominado costo argentino”. “No es el exceso de regulaciones laborales el causante de la situación actual, sino la ausencia de una política económica que genere condiciones reales de inversión productiva y rentabilidad sostenible“, explicó en el comunicado.
Por el contrario, para el dirigente gremial, “la verdadera modernización del mercado laboral argentino debe orientarse al fortalecimiento de las pymes, la promoción de la industria nacional, el incentivo a las exportaciones y la defensa de las convenciones colectivas libres y sin restricciones”. En este marco, cerró su carta abierta pidiendo “un pacto productivo” entre los sectores “que articule políticas activas para la generación de valor agregado, la capacitación laboral y la formailzación del empleo”.