La pérdida de poder adquisitivo, sumada a la restricción crediticia y al endeudamiento de los hogares, está golpeando con fuerza al consumo masivo en Argentina. Según un informe de la consultora Focus Market, en julio se registró un retroceso interanual del 4,3% a nivel nacional, con un desplome particularmente marcado en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
En esa región (que concentra el mayor volumen de consumo del país) las ventas cayeron un 11,7% respecto de julio de 2024, el descenso más pronunciado desde la pandemia, de acuerdo con la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC). El relevamiento, realizado a partir de datos de 756 supermercados y autoservicios, indica que la retracción en la Ciudad y el conurbano “supera ampliamente la media nacional”.
Si bien frente a junio se verificó una suba del 3,4%, impulsada por el cobro del medio aguinaldo a más de seis millones de trabajadores privados, 3,5 millones de empleados públicos y seis millones de jubilados y pensionados, ese repunte no logró revertir la tendencia general. “Se está normalizando el patrón de compra, pero en volúmenes ajustados a la necesidad inmediata”, explicó Damián Di Pace, director de Focus Market.
Entre los factores que profundizan la caída en el AMBA, el informe menciona el ajuste de tarifas y el recorte de subsidios, que reducen el ingreso disponible, así como el cambio de hábitos de compra hacia marcas más económicas y la búsqueda de ofertas. La CAC advirtió que para revertir este escenario “es urgente recuperar el ingreso real de los hogares” y reactivar el crédito al consumo.
Los analistas consultados coinciden en que, aun si se registran mejoras, la recuperación será lenta y desigual entre el interior del país y el Gran Buenos Aires. Mientras tanto, el mayor mercado consumidor de Argentina atraviesa un derrumbe histórico, sin señales claras de recomposición en el corto plazo.