El debate del Presupuesto en la Cámara de Diputados dejó una derrota inesperada para el oficialismo y abrió un frente político complejo. Según el diputado Agustín Rossi, el Gobierno intentó avanzar con la derogación de leyes sensibles –financiamiento universitario, emergencia en discapacidad, zona fría, entre otras– mediante procedimientos opacos y una votación fragmentada, pero terminó chocando contra su propia ingeniería parlamentaria.
Rossi describió el capítulo donde se incluían las derogaciones como un intento deliberado de ocultamiento: “el artículo 75 querían esconder de qué se trataba” porque “no le pusieron nombre a las leyes, pusieron el número nada más”. Para el legislador, esa maniobra ya había comenzado en comisiones: “habían metido ese artículo por la ventana porque eso no estaba previsto en el proyecto original”.
El diputado también señaló que el oficialismo buscó forzar adhesiones mediante el mecanismo de votación: “decidieron votar por capítulos para lograr una mayor adhesión de diputados que estaban en desacuerdo con el artículo 75”. Sin embargo, esa estrategia no alcanzó. “A pesar de todo eso, perdieron la votación del capítulo”, afirmó.
Subtítulo: Maniobras, ocultamientos y una votación fallida
“No solamente no se derogaron las leyes que ellos querían derogar, sino que otros artículos que estaban incluidos en ese capítulo no fueron sancionados”. Entre ellos mencionó la intención del Gobierno de poner fin al beneficio de la zona fría y la posible eliminación de la actualización de asignaciones familiares.
Además del revés legislativo, Rossi relató un episodio que marcó el clima de desorden interno del oficialismo: “fue risueño y bochornoso” que un diputado leyera “el dictamen equivocado”, elogiando obras que no estaban en el proyecto del oficialismo sino en el de la oposición.
Consultado sobre el futuro del Presupuesto en el Senado, advirtió que algunos artículos no podrían volver a tratarse: “si una ley resulta negativa, no la puede volver a presentar en el mismo año parlamentario”, y esa lógica “aplica incluso para el periodo extraordinario”.
Así, el fracaso del Gobierno expone límites reglamentarios, fallas de conducción legislativa y tensiones internas para aprobar su primera ley de Presupuesto.

