En medio de la discusión pública sobre el rol del Estado en materia sanitaria, impulsada en las últimas semanas desde sectores del ecosistema libertario, una encuesta nacional de Zubán Córdoba aporta un dato contundente: el rechazo a las vacunas existe, pero es claramente minoritario. Muy lejos de representar un sentir mayoritario, el fenómeno “antivacunas” aparece como un núcleo reducido con alta visibilidad política y digital.
Según el estudio, el 84,2% de los argentinos se manifiesta a favor de la vacunación, mientras que solo un 7,8% declara estar en contra. El resto no tiene una posición definida. El consenso se mantiene incluso cuando se pregunta por la obligatoriedad: el 78% está a favor de que las vacunas sean obligatorias en Argentina, frente a un 16% que se opone.
Los números desarman una narrativa que ganó espacio en redes y debates públicos, pero que no encuentra correlato en la opinión pública general.

Un consenso amplio, con matices generacionales y políticos
El apoyo a la obligatoriedad de la vacunación atraviesa casi todos los segmentos etarios, aunque con diferencias. Entre los mayores de 60 años el respaldo supera el 80%, mientras que entre los jóvenes de 16 a 30 años desciende, aunque sigue siendo mayoritario. Es justamente en ese segmento y en el electorado libertario donde el rechazo encuentra mayor expresión, según advierte el informe.
El cruce por voto político refuerza esta idea. Entre quienes votaron a La Libertad Avanza, el apoyo a la obligatoriedad cae al 67,4%, con un 25,6% que se manifiesta en contra, una proporción significativamente mayor que en otros espacios. Aun así, incluso allí, la postura favorable sigue siendo mayoritaria.
Antivacunas: pocos, pero visibles
Tal vez el dato más elocuente sea el de la autoidentificación: el 90,8% de los encuestados afirma no considerarse “antivacunas”. Apenas un 6,9% sí se asume como tal, mientras que el resto no sabe o no responde. La distancia entre la magnitud real del fenómeno y su presencia en la conversación pública explica, en parte, la percepción de que se trata de un movimiento más extendido de lo que efectivamente es.
El informe también muestra que el 73% no cree que los niños reciban demasiadas vacunas, otro indicador de la solidez del consenso sanitario en la sociedad argentina.

