La dura derrota sufrida en mayo por el PRO a manos de La Libertad Avanza en la Ciudad de Buenos Aires – principal bastión amarillo- opacó los últimos síntomas de rebeldía y significó para muchos dirigentes, incluido el propio Mauricio Macri, la asunción plena de un rol colaborativo con la gestión de Javier Milei.
El mal resultado empoderó a aquellos impulsores de una confluencia como Cristian Ritondo, Diego Santilli o Guillermo Montenegro, quienes empujaron a sellar los acuerdos alcanzados en el Congreso con un frente político que garantice los “mejores lugares posibles” ante el envalentonamiento libertario.
Tras una década de hegemonía en Juntos por el Cambio, el PRO se vio especularmente en el lugar que siempre le asignó a la UCR.
Esa paradoja les hizo resignar todos sus signos de identidad: cedieron nombre y color a cambio de retener algunos lugares en la Legislatura.
Ni siquiera pudieron blindar a todos sus intendentes y hubo fugas de aquellos que se negaron a entregar el predominio del armado de las listas locales a los libertarios, con las ya sabidas consecuencias electorales.
El predominio violeta quedó de manifiesto en la conformación de las listas provinciales de septiembre y en las nacionales de octubre y el PRO se limitó al control de daños como estrategia de supervivencia.
Esa parecía ser la tónica de la campaña nacional que erigió a José Luis Espert como primer candidato de la alianza, un expreso pedido del propio presidente Javier Milei pero todo se desmoronó con el “escándalo narco” que ubicó al economista en el centro de la polémica por su incapacidad para justificar sus vínculos con Fred Machado.
La campaña territorial se volvió imposible y obligó a sus armadores a suspender las visitas tras la incómoda actividad en Olavarría. Con la renuncia de José Luis Espert, Diego Santilli se convirtió en la principal cara de la campaña y desplazó legal y políticamente a Karen Reichardt, quien figuraba segunda en la nómina.
Desde allí, el “Colo” Santilli debió asumir un liderazgo impensado. Se mostró rápidamente con Javier Milei en recorridas en Mar del Plata, San Nicolás y hasta en el extravagante show musical en el Movistar Arena.
La vuelta a la estética y tónica del PRO quedó expuesta el último jueves en La Plata con una actividad a la vieja usanza y con plena presencia de dirigentes amarillos.
“Espert ya fue, no está”
En conferencia de prensa y tras la insistencia del periodismo sobre cómo era posible hacer campaña a sabiendas que la foto de José Luis Espert seguirá presente en la boleta, el titular del PRO bonaerense, Cristian Ritondo, salió al cruce: “Espert ya fue. No está. En estos ocho días tenemos que llegar a todos los lugares de los principios” dijo.
En un tono más calmo, Diego Santilli se refirió a su inesperado rol: “Nos tocó faltando 15 días encabezar la campaña. Es muy difícil que en Argentina después de décadas que luchamos por tener la boleta única y que se votó por amplia mayoría, es raro ir a votar y que a tus candidatos no los puedas ver. Es lo que nos tocó. Nuestro objetivo es descontar y si logramos descontar votos en la provincia el presidente puede tener una elección ganadora nacional” describió.
Tras sus primeras recorridas y una agenda propia que se centrará en el conurbano, el primer candidato a diputado nacional por LLA habló de una “oxigenación y respaldo” y planteó que el “kirchnerismo hizo su techo” en septiembre.
El cierre de la jornada en La Plata mostró un acto PRO como los de antes. Globos amarillos y una estética como la de aquellos tiempos de hegemonía amarilla que preparó la referente local, Julieta Quintero Chasman.
“En estas elecciones se juega una visión de país, de modelo y de futuro” resaltó Santilli en el encuentro realizado en el Teatro Bar de La Plata, ante 200 representantes políticos del PRO en la Provincia”.
Mientras tanto, el armador libertario Sebastián Pareja – ahora tercer candidato- parece abocarse a una agenda propia con actividades.
Viene de participar en la presentación de un libro sobre educación en CABA y diagrama un encuentro con empresarios en Tigre el jueves, una visita a Chivilcoy para el sábado.
Solo la presencia de Javier Milei volverá a encontrarlos con un evento en Tres de Febrero, una jornada de juventud en Almirante Brown el 21 de octubre y un cierre de campaña posiblemente en Ezeiza.