Con quórum garantizado y un clima de fuerte confrontación, la Cámara de Diputados dio inicio este miércoles por la tarde a la sesión especial convocada para debatir el Presupuesto 2026 impulsado por el gobierno de Javier Milei. La Libertad Avanza logró abrir el recinto cerca de las 14:30, luego de haber conseguido el dictamen en comisión el día martes, en medio de cuestionamientos por los cambios de último momento introducidos al texto.
“Con la presencia de 140 diputados, queda abierta la sesión especial conforme el requerimiento ejecutado”, anunció el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, al oficializar el quórum. La convocatoria fue realizada por el jefe del bloque libertario, Gabriel Bornoroni, y otros legisladores oficialistas, y según estimaciones parlamentarios el debate podría extenderse hasta 24 horas.
Minutos antes del inicio formal, comenzaron a escucharse las primeras críticas desde la oposición. El jefe del bloque Encuentro Federal, Miguel Ángel Pichetto, calificó al Presupuesto 2026 como “una provocación” y acusó al Gobierno de intentar “borrar de un plumazo el apoyo a la educación y discapacidad”. A través de su cuenta de X, sostuvo que “un país se gobierna buscando acuerdos, no por la fuerza ni castigando al que piensa distinto”, y advirtió que “sin leyes no hay futuro”.
Inicio de sesión por de más picante
Ya en el recinto, el eje inicial del debate se trasladó al mecanismo de votación. Bornoroni propuso que, en caso de aprobarse el Presupuesto en general, la votación en particular se realice capítulo por capítulo. La moción fue inmediatamente resistida por distintos bloques opositores, que reclamaron la posibilidad de votar artículo por artículo, especialmente aquellos puntos más controvertidos del proyecto.
Desde Unión por la Patria, el diputado Pablo Giuliano consideró que la modalidad propuesta por el oficialismo resultaba “engorrosa” y recordó que históricamente el recinto llegó a votar incluso “inciso por inciso” cuando la magnitud del debate lo ameritaba. En el mismo sentido se expresó el presidente del bloque, Germán Martínez, quien pidió que los artículos que generan mayor polémica puedan tratarse por separado.
La diputada del Frente de Izquierda Myriam Bregman fue aún más dura. Además de exigir una votación nominal y artículo por artículo, acusó al Gobierno de “comprar votos” y de “extorsionar a los gobiernos provinciales con el giro de Aportes del Tesoro Nacional”.
Finalmente, tras un extenso intercambio, el oficialismo logró imponer su postura. Con 130 votos a favor, 112 en contra y una abstención, la Cámara resolvió que la votación en particular del Presupuesto 2026 se realice capítulo por capítulo. La decisión elevó la tensión política, ya que uno de los puntos más sensibles se encuentra en el capítulo 11, que incluye el artículo 75, mediante el cual se derogan las leyes de Financiamiento Universitario y Emergencia en Discapacidad. Al estar agrupado con otros diez artículos, quienes rechacen ese punto deberán votar en contra de todo el capítulo.
De este modo, el oficialismo busca blindar los artículos más cuestionados del proyecto y forzar a la oposición a una definición política incómoda. Con el mecanismo de votación ya definido, el debate del Presupuesto 2026 avanza en un recinto atravesado por acusaciones, denuncias y una fuerte polarización, anticipando una sesión extensa y cargada de tensión.

