George Clooney atraviesa una nueva etapa profesional y personal. A los 63 años, el actor tomó una decisión que rápidamente se volvió tema de conversación y tendencia en buscadores: acordó con su esposa, Amal Clooney, no volver a besar a mujeres en sus películas y dejar atrás los papeles románticos que marcaron gran parte de su carrera.
Lejos de tratarse de una imposición o un gesto polémico, la medida surge de un acuerdo de pareja y de una reflexión profunda sobre el paso del tiempo, los roles en Hollywood y el lugar que hoy ocupa el actor dentro de la industria.

El acuerdo con Amal Clooney y el fin del galán clásico
En el programa Arriba Argentinos, la panelista May Martorelli aportó contexto sobre el cambio de rumbo del actor y destacó el peso que tiene Amal Clooney en esta etapa de su vida. “Las notas de George Clooney se transformaron en destacar lo importante que es ella”, explicó, en referencia a la reconocida abogada especializada en derechos humanos y con causas internacionales de alto impacto.
Según se comentó al aire, la decisión no responde a celos ni restricciones externas, sino a una mirada compartida sobre la edad, la exposición y el tipo de proyectos que Clooney quiere encarar de ahora en más.
“No estoy para películas románticas”
El propio Clooney ya había hablado del tema en entrevistas previas. En diálogo con el Daily Mail, explicó que no se siente cómodo compitiendo con actores de 25 años en historias románticas. “Tengo 63 años. No intento competir con protagonistas de 25 años. No es mi papel. Ya no hago películas románticas”, sostuvo.
En esa misma línea, comparó su decisión con la que en su momento tomó Paul Newman, otro ícono del cine que eligió redefinir su carrera con el paso de los años. “He estado intentando seguir su camino: ‘ok, no voy a besar a una chica nunca más’”, contó el actor.
Más allá del acuerdo con su esposa, Clooney reconoció que nunca fue especialmente afecto a las escenas románticas intensas y que, incluso, varias de sus escenas de besos en pantalla fueron “corregidas” durante el rodaje. “No es que haya tenido grandes escenas eróticas”, deslizaron con ironía en el programa.
Una decisión que ya figura en sus contratos
Según trascendió, esta postura no es improvisada: la cláusula ya figura en los contratos que Clooney firma para sus nuevos proyectos. La última película que estrenó este año se aleja por completo del romance clásico y apuesta por una comedia dramática centrada en los vínculos, la amistad y la revisión de ciertos roles dentro de Hollywood.
En esa línea se inscribe también “Jay Kelly”, el film escrito y dirigido por Noah Baumbach para Netflix, donde Clooney interpreta a una estrella de cine enfrentada al ocaso de su carrera y a la soledad que dejó una vida dedicada casi por completo al trabajo.
Un nuevo perfil público
Desde hace años, el eje de la figura pública de George Clooney parece haberse desplazado. Su trabajo como actor convive cada vez más con el perfil internacional de Amal Clooney y con una elección consciente de roles más maduros, dramáticos o teatrales, alejados del galán romántico que dominó las pantallas en los años ’80 y ’90.
Con esta decisión, Clooney no se retira del cine ni pierde vigencia, sino que redefine su lugar: deja atrás el mito del seductor clásico y apuesta por personajes acordes a su edad, su trayectoria y su presente personal.

