Con el Decreto 37/25, el Gobierno Nacional de Javier Milei aprobó un nuevo Régimen de la Navegación Marítima, Fluvial y Lacustre (REGINAVE). Se trata del pliego de normas, trámites y obligaciones que regulan al universo marítimo de Argentina, ya sea deportivo, recreativo o comercial. Los cambios no van a caer del todo bien en algunos sectores.
De acuerdo a la norma publicada en el Boletín Oficial de este lunes, la idea es “conferirle mayor dinamismo, simplicidad y operatividad” al sector. Sin embargo, hay quienes advierten que pone “en riesgo miles de fuentes de trabajo, así como también la soberanía marítima y la producción sustentable”.
El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, fue el encargado de explicar los alcanes de las modificaciones. A través de su cuenta de Twitter, el funcionario libertario sostuvo que implementaron “una profunda desregulación de la actividad” tras “meses de esfuerzo”.
Decálogo del nuevo régimen de navegación
- Los permisos de navegación dejan de ser por zona y las autorizaciones pasan a ser de carácter federal.
- Más opciones para certificar las condiciones de seguridad: los armadores más pequeños podrán hacerlo a través de ingenieros habilitados y los demás por sociedades de clasificación privadas.
- Cada armador define qué repuestos tiene que llevar el buque. Antes lo definiía la Prefectura Naval.
- Se eliminó la obligación de contratar serenos.
- Se limitó la obligación de contratar baqueanos: pasa a ser opcional y solo requerida cuando se transporten sustancias de riesgo.
- Se aceptarán todos los dispositivos de seguridad avalados por las sociedades de clasificación.
- Crearon un régimen certificado para embarcaciones de menos de 100 toneladas de arqueo.
- Modificaron el trámite para transferir buques con menos pasos y digitalización del proceso bajo los principios de libertad de contratación.
- Descentralización del otorgamiento de carnets para la navegación deportiva: ahora lo podrán otorgar las federaciones naúticas. También se estira la vigencia de los permisos a 10 años.
- Habilitaron actividades comerciales con embarcaciones deportivas para que se desarrollen mercados y nuevos negocios.
La reacción de los gremios
Los sindicatos que nuclean a trabajadores de la industria marina estaban al tanto de las modificaciones que acaba de implementar el gobierno de Javier Milei. De hecho, el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) hizo una marcha la semana pasada que tuvo epicentro en el puerto de Necochea.
La marcha contó con el apoyo de la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTAA) desde donde explicaron los riesgos de la desregulación libertario. “Vienen a cortar ingresos y fuentes de trabajo, dandole via al mar a cualquier empresa extranjera que quiera llevarse nuestros recursos”, aseguraron. Desde la organización no descartaron “la posibilidad de tomar medidas de fuerza”.
Lo propio hizo la Federación Sindical Marítima y Fluvial (FeSiMaF) con una marcha al Congreso de la Nación y una carta abierta dirigida a Sturzenegger en la que le pidieron “una reunión de carácter urgente”.
Según denunciaron, los cambios en el régimen los buques argentinos “quedarían exclusivamente en manos extranjeras”. “Dejarla en manos extranjeras, traería como consecuencia la pérdida de nuestra soberanía nacional, económica, comercial, desocupación laboral, fuga de divisas en dólares al extranjero, producto del pago de los fletes al exterior y la pérdida de la capacidad de abastecernos de nuestros insumos diarios”, completaron.