Una joven de City Bell sufrió una seguidilla de hechos desafortunados: le robaron su primer auto el 14 de mayo y ahora la notificaron de una multa de más de 340.000 pesos de la que ella no tiene nada que ver.
La víctima se llama Angie Kihn, una empleada estatal bonaerense de 22 años, la que tras un gran sacrificio se compró su primer auto en noviembre pasado y le duró poco.
En diálogo con INFOCIELO explicó que el 14 de mayo a las 8.16 de la mañana dejó estacionado su Ford Ka modelo 2000 en la esquina de 17 y 55, frente a una pollajería, como solía hacerlo.
“Después me fui caminando hasta la oficina de la Torre 2 de 12 y 54 y a las 13 cuando fui a buscar el auto, ya no estaba”, relató la joven, que estudia Turismo.
Angie pensó que había dejado mal estacionado el auto y que estaría secuestrado en Control Urbano, así que fue hasta 20 y 50, casi en crisis nerviosa, y se enteró que esa mañana no había ingresado ningún Ford Ka.
“No me duró nada”, “era mi bebé”, dijo la joven. La denuncia por el robo la radicó en la comisaría Primera y en la compañía de Seguros Uruguay.
“Días antes del robo le había puesto una batería nueva al auto y cambiado el alternador, un gasto de 230.000 pesos”, comentó la joven.
Sorpresiva cuantiosa multa
Ofuscada por quedarse con el auto que tanto quería, la joven avanzó con las gestiones que le solicitaron y este miércoles, al dirigirse al Juzgado de Faltas por el libre deuda de infracciones, le indicaron que tenía una multa por la suma de 341.000 pesos.
Angie se sorprendió al enterarse que tenía una multa, y mucho más se asombró cuando se enteró que la infracción había ocurrido el 7 de abril pasado en la Autopista Ricchieri a la altura del kilómetro 15,5 en la localidad de Villa Madero en La Matanza.
“La infracción era por conducir en estado de intoxicación, estupefaciente o alguna otra sustancia que disminuye las condiciones psicofísicas”, detalló Kihn.
Indignada, la joven resaltó que ella no le prestaba el auto a nadie y que nunca anduvo por ninguna autopista por ser principiante. “Me indicaron que el conductor del auto tiene un DNI de 44 millones y que le secuestraron la licencia de conducir”, afirmó.
Desde la compañía de seguros le dijeron a Angie que es muy probable que le hayan duplicado la patente.
Lo extraño en este caso es que en los procedimientos policiales, cuando se intercepta a un rodado, se lo pasa por la capa para averiguar si tiene algún impedimento para circular, algo que evidentemente no se efectuó.
Ante el juez de faltas
Angie espera ansiosa poder hablar con el juez de faltas para explicar la situación y que desde la compañía de seguros concreten la restitución del rodado.
“Perder el auto me aniquiló. Vivo en City Bell y venir a trabajar en colectivo todos los días a La Plata es un trastorno”, se quejó.