Agustín Creevy, uno de los símbolos más grandes del rugby argentino, tuvo su despedida definitiva como jugador profesional el sábado 16 de agosto de 2025, cuando vistió por última vez la camiseta de San Luis de La Plata frente a Belgrano, por la Copa Macro del Top 12 de la URBA. Con 39 años, el hooker cerró así un ciclo que lo llevó de los potreros platenses a convertirse en el jugador con más presencias en la historia de Los Pumas.
El retiro de Creevy ya había comenzado a gestarse en 2024, cuando anunció que no volvería a vestir la camiseta de la selección después de un emotivo test match frente a Australia, también en su ciudad natal. Allí completó una trayectoria internacional de 110 partidos (caps), cuatro Mundiales y 51 capitanías, récord absoluto en la historia del rugby argentino. “Quiero que me recuerden por lo que compartimos, más allá de lo hecho en la cancha”, había dicho en aquel adiós.
Tras colgar la celeste y blanca, todavía tuvo tiempo de un último desafío en Europa con Benetton Rugby de Italia, donde compitió hasta mediados de 2025. El 23 de mayo de este año anunció su retiro profesional y confirmó que volvería a San Luis para cerrar el círculo de su carrera. La despedida en el club platense fue el broche perfecto: el lugar donde debutó como juvenil lo despidió como leyenda.
Con su retiro, Creevy deja números que hablan por sí solos: 19 años de carrera, 110 partidos con Los Pumas, cuatro Copas del Mundo, 51 veces capitán y una trayectoria que lo ubicó como referente indiscutido en cada vestuario que pisó. Pero, más allá de las estadísticas, lo que quedará grabado es su liderazgo, la pasión y la impronta que marcó en el rugby argentino.