Otra vez será. El sueño de ganarle a los All Blacks en casa sigue postergado para Los Pumas, que por el Rugby Championship 2025 cayeron 41-24 en el Mario Alberto Kempes de Córdoba.
Más allá de la entrega y de un segundo tiempo en el que llegaron a ponerse a tiro en el marcador, la jerarquía de Nueva Zelanda se impuso en los momentos clave y selló un nuevo triunfo en tierras argentinas, donde mantienen un invicto que parece eterno.
La primera mitad dejó en claro la diferencia de arranque. Apenas a los cuatro minutos, Scott Barrett abrió el marcador con un penal y los neozelandeses comenzaron a marcar territorio. Si bien Rodrigo Isgró logró apoyar un try, los All Blacks aceleraron y estiraron la ventaja hasta un contundente 31-10 al entretiempo. Los Pumas, con Albornoz efectivo en los palos, se mantuvieron en partido desde el carácter más que desde el juego.
La reacción albiceleste apareció en el complemento. Con cambios frescos desde el banco (Petti, Carreras y Tetaz Chaparro, entre otros), el equipo encontró dinámica y confianza. Tomás Albornoz apoyó otro try a los 51 minutos y luego Joaquín Oviedo, con potencia, volvió a quebrar la defensa rival para acercar a Los Pumas a 24-31.
Pero los All Blacks no perdonan. En apenas diez minutos, el hooker Samisoni Taukei’aho apoyó dos tries seguidos con el maul como arma letal y liquidó el encuentro con el 41-24 definitivo. Esa contundencia en los momentos decisivos volvió a marcar la diferencia y dejó en claro por qué Nueva Zelanda sigue siendo referencia obligada en el rugby mundial.
Para Los Pumas, la derrota no solo significa mantenerse cuesta arriba en el Rugby Championship, sino también otro capítulo en una historia repetida: todavía no pudieron vencer a los All Blacks en territorio argentino.
¿Cómo sigue la agenda de Los Pumas?
El seleccionado dirigido por Felipe Contepomi deberá dar vuelta rápido la página. El próximo desafío será la visita a Australia, y más adelante vendrá Sudáfrica, en un torneo que no da respiro.
El objetivo será recuperar confianza, ajustar detalles defensivos y seguir sumando experiencia para un grupo que combina jóvenes con rodaje internacional y referentes que conocen la dureza del certamen.
En Córdoba hubo fiesta de rugby, estadio lleno y un público que alentó hasta el final. Pero el Kempes, como todas las canchas argentinas, seguirá esperando la noche en la que Los Pumas, por fin, puedan doblegar a los hombres de negro en casa. Esa deuda histórica continúa abierta.