Desde hace algunas semanas el simpático niño Ian Lescano (o Ian Moche, como se presenta en redes sociales) está siendo protagonista de diversas entrevistas televisivas para difundir detalles que la población en general desconoce acerca de su condición dentro del espectro autista. Hace algunos días también estuvo en la redacción de Infocielo. Pero esta vez el chico de 9 años visitó la señal de noticias del diario La Nación en el espacio del conduce Eduardo Feinmann, quién como casi todos los entrevistadores que lo tuvieron adelante, quedó maravillado por el modo desenvuelto y particular que tiene Ian de expresarse.
Uno de los detalles que habitualmente sorprende a la audiencia que desconoce ciertos rasgos de las personas dentro del espectro autista es el grado de literalidad que poseen, por el cual no comprenden ciertas metáforas o giros idiomáticos qué le dan animismo a determinados elementos inanimados, o bien que exageran una situación para compararla con lo que en realidad quieren decir. Si alguien dice qye van a “llover sapos de punta” ante una tormenta que se acerca como para expresar que la precipitación sera enorme, una persona autista podría interpretar literalmente que caerán renacuajos del cielo.
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LA LITERALIDAD AL PALO
En el reportaje de Eduardo Feinmann, Ian lo explicó perfectamente a su modo.
“Las personas autistas son personas que muchas veces… somos muy pero muy literales. Por ejemplo a veces no entendemos los chistes…?.
“¿En serio?, a veces a mi también me pasa esto de ser literal”, interrumpió Eduardo Feinmann para intentar empatizar con el niño.
Sin embargo cuando ya estaba finalizando la entrevista e Ian se estaba despidiendo de todos, en búsqueda de expresar lo bien que lo había pasado junto a él y su mamá, y por lo tanto dejar en claro lo extenso que se había hecho el reportaje, Eduardo Feinmann no tuvo mejor idea que ejemplificar de un modo bastante sanguinario los gestos que le hacían detrás de cámara para que mande una tanda publicitaria.
“Chau Ian… Me van a matar, me van a echar del canal“, arrancó Feinmann la despedida.
Aunque ni terminó allí su exagerada metáfora, porque insistió: “Vas a lograr que me echen del canal. Mirá Ian. Hay un señor ahí que me dice así (y señala con su mano como si le fueran a cortar el cuello al estilo “vendetta”). Que me van a cortar la cabeza”, agregó por si hiciera falta espantar un poco más al pobre niño que minutos antes le había explicado lo de la literalidad.
Desde ya Ian Lescano no tardó en reaccionar conmocionado: “No no no, por favor no lo hagan“, gritó compungido el menor mientras su mamá lo consolaba y le explicaba que era “un chiste“.
“Uy pensé pensé (que era verdad). Soy muy literal, perdón“, reiteró el niño.
Eduardo Feinmann ensayó una risa nerviosa.
Lo que no pudo determinarse es si el conductor de La Nación quiso poner a prueba esa literalidad haciéndose el gracioso, o si realmente no interpretó nada de lo que Ian le explicó acerca de ese detalle de quienes están dentro del espectro autista.
Durante la mañana del miércoles fue el propio Eduardo Feinmann quien se encargó de publicar el audio que le enviaron Ian y su madre saludándolo y mostrando que la situación no pasó a mayores.
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