La casa con una de las historias más horribles de la ciudad de La Plata ya no luce como tal: sin graffitis y pintadas de “asesino”, el lugar donde Ricardo Barrera asesino a su familia ya está siendo remodelada a un Centro de Memoria Activa Feminista. Mirá las fotos.
Este martes 29 de abril por la mañana comenzaron las obras en la vieja casona de calle 48, entre 11 y 12, en donde Ricardo Barreda asesinó a su esposa Gladys McDonald, su suegra Elena Arreche y sus hijas -Cecilia y Adriana Barreda-.
El lugar, hasta el momento, permanecía con pintura oscura y graffitis de repudio contra el femicida que falleció en mayo de 2020 en un geriátrico, luego de recibir la libertad condicional.
Reparación y memoria
Hace ya varios años se presentó un proyecto de ley para convertir la casa del cuádruple femicidio en un Centro de Prevención contra la Violencia de Género.
Es así que la propiedad fue estatizada a partir del proyecto presentado por la Legislatura bonaerense y cedido a la Municipalidad de La Plata.
En 2021 la provincia tomó posesión del inmueble y en ese marco Estela Díaz, Ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense, manifestó: “Las organizaciones pidieron que fuera un lugar de atención y prevención de la violencia y nosotras creemos que también de memoria; la memoria como política reparatoria es muy importante”.
Con las paredes blancas y un gran mural que recuerda a las las víctimas de Barreda, la casona de la masacre comienza en camino a la reconstrucción de su historia.
El caso Barreda
Un 15 de noviembre de 1992, el odontólogo Ricardo Barreda tomó su escopeta y mató a su esposa, Gladys McDonald (57 años), a su suegra Elena Arreche (86 años) y a sus dos hijas, Cecilia (26 años) y Adriana (24 años).
Más tarde, juntó los cartuchos y los tiró en una boca de tormenta. A la escopeta la lanzó en un canal en Punta Lara. Barreda se tomó el tiempo para ir a pasear al zoológico, al cementerio y hasta para pasar tiempo con su amante, Hilda Bono, en un hotel de alojamiento.
A la noche, llamó a emergencias y denunció un robo. Con medios de comunicación y opinión pública a su favor, Barreda recibió prisión perpetua, pero en 2008 le concedieron arresto domiciliario por su buena conducta. En enero 2011 se le revocó sólo por un mes, y en marzo se le otorgó la libertad condicional.
Barreda también recibió denuncias de malos tratos por parte de su pareja en 2014. En 2016 se declaró “extinguida la pena” y se hicieron “cesar las accesorias legales impuestas” y quedó en plena libertad. El 25 de mayo de 2020, el femicida murió solo de un paro cardíaco en el Hogar Geriátrico Del Rosario, donde estaba internado desde el 10 de marzo.