De un récord inesperado a un nuevo desafío, ¿la ciencia argentina volverá a marcar tendencia en YouTube? En agosto, la última transmisión de la expedición Talud Continental IV sorprendió al mundo: más de un millón de visualizaciones en un solo streaming, miles de argentinos conectados de madrugada y una comunidad virtual que convirtió la exploración científica en fenómeno cultural. El buque Falkor (too), operado por el Schmidt Ocean Institute (SOI), se volvió protagonista de una historia de “ciencia pública y amor popular” que trascendió fronteras.
Ahora, apenas semanas después, la expectativa vuelve a crecer. Este martes 30 de septiembre zarpa una nueva campaña dirigida por argentinos: “Ecos de dos cañones”, que se extenderá hasta el 29 de octubre. La pregunta flota en el aire: ¿logrará repetir la conexión masiva que generó la primera misión?
Ecos de dos cañones en las costas bonaerenses
La expedición pondrá bajo la lupa dos sistemas de cañones submarinos: Bahía Blanca y Almirante Brown, frente a las costas bonaerense y patagónica. A diferencia del cañón Mar del Plata, estudiado en Talud IV, estos no son “ciegos”, sino que inciden directamente en la plataforma continental.
El objetivo es clave: entender cómo interactúan con la Corriente de Malvinas, que transporta aguas subantárticas ricas en nutrientes. Cuando esas aguas ingresan a la plataforma, fertilizan el ecosistema y favorecen la productividad biológica y pesquera.
“Tenemos la oportunidad de investigar in situ cómo esta corriente interactúa con los cañones submarinos” , explicó la oceanógrafa Silvia Romero, investigadora del Servicio de Hidrografía Naval y profesora en Exactas (UBA), que lidera la campaña.
“Nuestra hipótesis es que facilitan el intercambio de aguas hacia la plataforma, con impacto decisivo en la productividad pesquera”
Un equipo multidisciplinario
La misión combina oceanografía, geología y biología marina. Junto a Romero, estarán al frente Laura Ruiz Etcheverry (CIMA, UBA-CONICET), Graziella Bozzano (SHN-CONICET) y Ornella Silvestri (SHN-CONICET). También participa Martín Saraceno, referente en el estudio de la Corriente de Malvinas, y la bióloga Fabiana Capitanio, especialista en zooplancton.
En total, serán 14 científicas y científicos argentinos, acompañados por estudiantes de grado y posgrado, con el respaldo del CONICET, la UBA, el INIDEP, el SHN y la Fundación Williams.
Herramientas de última generación
El Falkor (too) ofrece un arsenal tecnológico único:
- ROV SuBastian, un robot submarino capaz de descender hasta mil metros para tomar muestras de sedimentos.
- Vehículos submarinos autónomos.
- Ecosondas de alta resolución para mapear el fondo marino.
- Una roseta con botellas Niskin para obtener agua a distintas profundidades y analizar salinidad, oxígeno, temperatura y fluorescencia.
- Boyas oceanográficas con sensores que quedarán fondeadas 25 días para medir corrientes y temperaturas.
- Boyas derivantes con GPS para mapear movimientos de agua superficial.
- Redes de captura de zooplancton, que permitirán estudiar organismos microscópicos que son la base de la cadena trófica.
“El zooplancton nos puede indicar si las aguas de la Corriente de Malvinas realmente ingresan en la plataforma”, explicó Capitanio.
Un rompecabezas climático y pesquero: el foco en la Corriente de Malvinas
Los cañones submarinos no son simples accidentes geográficos: funcionan como corredores que conectan aguas profundas con la plataforma. Si efectivamente canalizan nutrientes hacia zonas menos profundas, la Corriente de Malvinas tendría un papel aún más decisivo en la riqueza biológica del Atlántico Sur.
“El calamar, especie clave de nuestra pesca, presenta variaciones interanuales enormes. Entender si responden al cambio climático o a procesos naturales es fundamental para gestionar recursos”, señaló Saraceno.
La Corriente de Malvinas, además, es parte de la Circulación Meridional Atlántica, un engranaje global que regula el clima terrestre.
La campaña también refuerza la cooperación internacional: gracias a vínculos de investigación previos, se sumaron instrumentos aportados por el Instituto de Ciencias Marinas de Italia y el Centro Nacional de Estudios Espaciales de Francia, multiplicando las boyas y sumando un minisubmarino autónomo.
“Son colaboraciones que reconocen la calidad de la ciencia argentina y ayudan a responder preguntas globales”, destacó Ruiz Etcheverry.
Educación y divulgación: de los laboratorios al streaming
Como en Talud IV, habrá actividades “ship to shore” con colegios y universidades, y se podrá seguir el avance en redes sociales (@ecosde2caniones).
Las transmisiones en vivo, con el robot SuBastian mostrando el fondo marino en ultra alta definición, serán nuevamente el puente con el público. En la campaña anterior, la interacción espontánea entre científicos y espectadores generó apodos, risas, emoción y una comunidad que descubrió que la ciencia también puede ser viral.
“No se puede proteger lo que no se conoce”
La frase que resonó en la primera expedición vuelve a marcar el rumbo. El Atlántico Sur es una de las regiones más inexploradas del planeta, y comprender sus dinámicas es vital para conservar su biodiversidad y gestionar recursos pesqueros de manera sostenible.
“Cada medición que hagamos será material de estudio para años. La diferencia de esta campaña es que abordamos el mar de manera multidisciplinaria, poniendo todos los instrumentos juntos en un mismo periodo corto de observación”, subrayó Romero.
La misión se inscribe dentro de las ocho campañas que el Schmidt Ocean Institute dedicará en 2025 al Atlántico Sudoccidental. Habrá incluso una tercera campaña argentina en diciembre.
Mientras tanto, la atención está puesta en lo que sucederá en estas próximas semanas. En el mar, un equipo científico desplegará lo mejor de la tecnología y el conocimiento acumulado en décadas. En tierra, una comunidad que ya vibró con Talud IV espera ansiosa las transmisiones.
¿Volverán miles de argentinos a trasnochar para mirar un cañón submarino en YouTube? El buque de investigación Falkor (too) en altamar, utilizado por científicos argentinos para exploraciones oceánicas.
Cómo seguir la expedición:
Canal de YouTube: @SchmidtOcean
Instagram: @ecosde2caniones