Fue una típica noche de Copa. Sin el resultado esperado, es cierto, pero con el frente de batalla abierto hasta el último instante en el que Estudiantes emparejó la serie que había empezado pésimo ante un gigante de Sudamérica.
Desde muy temprano la ciudad respiró el partido. Miles de hinchas desde muy temprano se acercaron a la zona del estadio para calmar los nervios y la ansiedad. La plazoleta de 1 y 53, justo enfrente de la Casa Curuchet fue el epicentro de la reunión de los más jóvenes, dónde las cervezas, el fernet y las imágenes de pasión y aliento desbordaron a más de uno…
Con el correr de los minutos, la Avenida Uno fue un hormiguero rojo y blanco. Y cuando el plantel fue llegando al estadio, si dio el pico máximo de euforia, con una comunión mu especial entre el público y la gente. Tan espectacular fue ese recibimiento que, hasta la esposa del entrenador, Brenda Bianchi, alentó como una hincha más.
Los fuegos artificiales, las banderas, las bombas de humo y el calor de la gente le hicieron sentir al plantel que no podían defraudar a sus hinchas. Podían ganar o perder, pero no jugar con la apatía que mostraron durante buena parte del año.
Ya dentro de la cancha la gente jugó su partido. alentó y celebró con fiereza el gol de Benedetti. Se apagó un poco en los penales. Y despidió al equipo con aplausos.
Una imagen polémica
Este jueves, más allá de todo lo que dejó el partido, un video se volvió viral y despertó infinidad de opiniones, como todo lo que sucede en redes sociales.
Se trata de una escena que se dio en el post partido, cuando el volante de Flamengo Giogian De Arascaeta, le regala una camiseta a un pequeño hincha de Estudiantes. La imagen generó diversas opiniones entre los hinchas, preguntándose si estuvo bien o mal en aceptar el regalo de un rival que había eliminado al equipo de la Copa Libertadores.