“Por primera vez en mi vida, salgo a cosechar con retenciones cero”. Con ese mensaje, una productora pampeana de nombre Mariángeles sintetizó la ilusión de muchos productores que, tras el anuncio del gobierno de Javier Milei, se lanzaron a festejar lo que creían un cambio de época.
Sin embargo, en menos de 48 horas la medida se agotó: el cupo de 7 mil millones de dólares en Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior fue liquidado por los grandes jugadores del campo y el beneficio se evaporó.
La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) confirmó el cierre del registro, lo que significó el regreso inmediato de las retenciones. El golpe fue doble para los pequeños chacareros: no solo no alcanzaron a vender en condiciones favorables, sino que además fueron objeto de burlas masivas en redes sociales.
El ingenio de las redes contra los “naif” del agro
En cuestión de minutos, las respuestas al tuit de Mariángeles marcaron el tono de la burla generalizada. “¿Ya cosechaste? Porque dice ARCA que parece que ya no hay más retenciones cero”, ironizó un usuario. Otro directamente le preguntó: “¿Llegaste, Marí? O las cerealeras te cagaron”.
El ingenio popular no se detuvo ahí. “Envejeció muy mal este tweet”, lanzó una usuaria, mientras otro remató con sarcasmo: “Saliste, pero no llegaste. La próxima será, no pierdas la fe”. Entre risas y emojis, la lapidaria conclusión se repetía: los grandes pooles de siembra acopiaron rápido y llenaron el cupo, mientras los pequeños quedaron “colgados del pincel”.
Algunos comentarios fueron más duros: “Apurá la maquinita que ya tenés retenciones de nuevo… ah, los Reyes Magos son los papis”, escribió un usuario. Otro puso la lupa en la geopolítica: “Esperá ahora, que USA no va a querer que compitas con su campo y las van a aumentar más. Justo lo que votaste, bolu**”.
El trasfondo: presión externa y beneficio concentrado
La escena mostró la volatilidad de las medidas del gobierno, y también la influencia externa. El propio secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, advirtió sutilmente en un comunicado que el salvataje financiero tenía entre otros requerimientos el de reinstalar las retenciones. Se estima que es para que el país del norte no compita en desventaja con productos agrícolas argentinos.
Así, la ilusión de los productores rurales que creyeron en la promesa libertaria se estrelló contra una realidad implacable: la medida fue coyuntural, diseñada para frenar la corrida cambiaria y garantizar dólares frescos, pero terminó beneficiando únicamente a los grandes exportadores.
Mientras tanto, en redes sociales, la historia ya tiene su moraleja. Con chicanas, sarcasmos y carcajadas, los usuarios se encargaron de recordarle a los pequeños productores que en la cancha grande del agro, los que siempre ganan son otros.