Las demoras en los trenes del Área Metropolitana de Buenos Aires volvieron a estar en el centro de la escena en los últimos días, con pasajeros afectados en todas las líneas y un clima de tensión creciente entre el Gobierno y el gremio La Fraternidad. Aunque desde el Ejecutivo se dictó la conciliación obligatoria para intentar frenar la crisis, el sindicato que conduce Omar Maturano insiste en que no existe una medida de fuerza, sino una advertencia frente a la falta de seguridad en el servicio.
Maturano rechazó formalmente la conciliación y denunció que las autoridades intentan responsabilizar a los maquinistas por el malestar de los usuarios cuando, en realidad, “los trenes no están en condiciones”. Según el dirigente, el sistema atraviesa un deterioro estructural marcado por la ausencia de inversión, la falta de repuestos y la reducción de personal en los talleres.
En los encuentros con funcionarios de la Secretaría de Trabajo, el gremialista planteó que la obligación de circular a velocidad normal sin garantías mínimas convierte al Estado en responsable directo de un eventual accidente. Incluso relató que abandonó una reunión cuando le confirmaron que los repuestos para trenes y vías recién llegarán en marzo de 2026.
La situación, advirtió, no se limita al transporte de pasajeros: también el sistema de cargas enfrenta un escenario crítico. “En el Mesopotámico Carga hay 10 descarrilamientos por día. Cuesta más traer una empresa encarriladora privada que arreglar la vía”, denunció.
El gremio asegura que no reclamó aumentos de sueldo ni condicionó la negociación paritaria. “¿Qué salario? Ya nos impusieron la pauta. Estoy concentrado en las condiciones mínimas de seguridad en las que deberíamos trabajar”, enfatizó Maturano, quien además detalló que desde enero se sumaron 40 nuevas restricciones en los itinerarios, con trenes que en algunos tramos deben circular a 30, 20 o incluso 12 km/h.
En ese marco, el sindicato definió que solo pondrá en circulación formaciones que tengan frenos y motores en condiciones. “No podemos sacar una formación que no tenga frenos. Vamos a correr a velocidad itineraria, lo que marque el itinerario, respetando las advertencias”, indicó el líder gremial, anticipando que la crisis continuará mientras no haya respuestas estructurales del Gobierno.