El viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, volvió a darle protagonismo a sus redes sociales y se despachó con una seguidilla de tweets con los que intentó caracterizar el funcionamiento de las principales variables del entramado productivo y las finanzas nacionales.
La publicación llegó tras la presentación del proyecto de presupuesto 2023 en Diputados que encabezó Sergio Massa y a las pocas horas de que la Cristina Kirchner diera a conocer sus opiniones sobre la coyuntura económica actual a partir del dato del INDEC que identificó la suba en el porcentaje de la indigencia. A través de ese posteo, la vicepresidenta reconoció que el Palacio de Hacienda “ha trabajado duro en todas las áreas”, pero pidió “una política de intervención más precisa y efectiva en el sector” en referencia a las empresas alimenticias que “han aumentado muy fuerte sus márgenes de rentabilidad”.
TE PUEDE INTERESAR
“Hasta que no logremos la unificación cambiaria, habrá cierto desorden y márgenes empresariales más altos que los normales. Pero unificar el mercado de cambios, sin robusto Superávit Fiscal Primario, y casi sin reservas, luce demasiado riesgoso. El norte (3 años?) debería ser ese” sostuvo Rubinstein.
El Secretario de Programación Económica se diferenció de la expresidenta, al afirmar que las empresas “no tienen la culpa” del “desorden cambiario, las altísimas brechas, la obligación a financiarse a 180 días para importar, cupos, etc., etc. Aunque haya abusos normativos y corrupción. Es nuestra responsabilidad (gobierno) que todo esto mejore. En eso estamos” manifestó.
Bajar la inflación al 60% en 2023, el primer paso
Gabriel Rubinstein responsabilizó al “exceso de demanda agregada” como la causa principal que provoca “el déficit fiscal que seguirá impulsando una alta inflación”.
Sobre ese diagnóstico, advirtió que “actuando sobre la inercia y sobre márgenes (bajando brecha cambiaria, acuerdos y otras acciones), podremos bajar el IPC del 90% al 60%. Sólo un primer paso” consideró el viceministro.
La meta a 2023 fue catalogada como “realista” a partir del “Impulso Monetario de Origen Fiscal que sería compatible con una inflación del 40% anual (3% mensual). Desde el gobierno, actuaremos para mejorar el sistema cambiario, cuyo desorden facilitó suba de márgenes brutos empresariales exageradamente, y sobre los factores de inercia” insistió.
Además, mencionó las medidas previstas por Economía para intentar corregir esa situación: “se busca bajar la brecha cambiaria, generar acuerdos y otras acciones, para que el índice de precios al consumidor descienda” sostuvo.
Al mismo tiempo, Gabriel Rubinstein insistió en la necesidad de “volver a la macro” de los años 2003-2005, cuando el “superávit primario era del 3% del PIB y había superávit externo, existía un único dólar, la inflación era del 5% anual sin controles de precios” y “la tasa Lebac (Leliq) era del 6% anual y había US$40.000 millones de reservas netas”.
De cara al debate en el Congreso, consideró que si los legisladores “mejorasen el Presupuesto, eliminando el déficit fiscal primario, nos brindaría una gran herramienta para podamos volver a obtener una inflación normal, del orden 10% anual, en menos tiempo de lo que casi todos creen”.
Por último y ante el revuelo en las redes sociales que ocasionaron sus comentarios, compartió un video de su exposición en el Congreso: “Por más de que se quiera armar polémica, todo lo que publiqué hoy en Twitter ya fue dicho ayer a la tarde en el Congreso de la Nación” explicó.
TE PUEDE INTERESAR