Uno de los momentos más virales del debate presidencial 2023 fue cuando Patricia Bullrich comenzó a guiñar los ojos de manera extraña y quedó captada en cámara, lo que fue objeto de burlas y memes en las redes sociales.
Sin embargo, luego de finalizada la contienda, se confirmó que nuevamente sufrió un problema de salud y debió ser atendida en su camarín por el titular del SAME, Alberto Crescenti, que estaba presente en el lugar. Si bien las primeras versiones afirmaban que padecía conjuntivitis, luego se reveló que la candidata de Juntos por el Cambio sufrió por la máscara de pestañas que se le metió en el ojo, y debieron administrarle unas gotas en los ojos para aliviar su estado. Más tarde sostuvo que el rimel le había producido conjuntivitis.
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Si bien su cuadro no revestía gravedad, le generó una notoria incomodidad que nuevamente no le permitió afrontar óptima el debate, que se extendió por más de dos horas. Cabe recordar que en la oportunidad anterior, cuando tuvo una floja performance, sus asesores señalaron que estaba aquejada por un cuadro gripal que no le permitió llegar de la mejor forma, especialmente luego de que le administraran medicamentos para que pueda presentarse.
“Fue el rimel. Vino Crescenti y me puso unas gotas… pero bueno, es Rocky en la última batalla”, confirmó la propia candidata en tono jocoso a TN tras el debate. Además, realizó una evaluación de su desempeño. “Creo que estuve contundente. Representé fielmente lo que es Juntos por el Cambio y nuestra lucha de tantos años para terminar con un régimen corrputo”, señaló.
“Representé claro que la Argentina para un cambio necesita fuerza política, porque no es sólo ganar las elecciones sino después gobernar. Eso es muy importante, que no te saquen el primer día. Creo que eso lo representé con contundencia”, insistió una recuperada Bullrich ante la prensa.
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