Las tasas de interés es uno de los instrumentos que posee, por caso, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) para accionar en emisión de deuda y las colocaciones de dinero (plazos fijos, en el ejemplo de las y los ahorristas). Estas indican cuánto es el porcentaje de dinero que se adosa a la devolución del capital; en otras palabras, además de la plata que pido prestada, cuál es la indexación que debo pagar de acuerdo al tiempo de devolución.
En esa línea, ayer desde el BCRA actualizaron globalmente las tasas de interés tanto para las Letras de Liquidez (LELIQ) como para los plazos fijos en pesos. Así, sin bien es un gesto en la política monetaria, se permeó una de las medidas que solicitaban desde el Fondo Monetario Internacional (FMI): esta suba propendería a una menor circulación de divisas de la moneda local que redundaría en una baja -o, más bien, morigeración- de la inflación.
TE PUEDE INTERESAR
Si bien el aumento generalizado de precios es multicausal, uno de los propósitos de elevar las tasas de interés es que las colocaciones en pesos permitan angostar la base monetaria -es decir, el dinero que circula-, lo cual acotaría un sobrante o cierta cantidad de divisas nacionales que, al presionar el consumo y no satisfacerse con más oferta o producción, culmina en impacto sobre los valores de los productos y bienes.
En esa línea, desde el BCRA “se estableció, en primer lugar, un aumento de 2 puntos porcentuales de la tasa de interés de la LELIQ a 28 días de plazo, pasando de 38% a 40% anual”. Para la cuestión, las LELIQs absorben los pesos de los bancos y entidades financieras, los cuales se devuelven, ahora, con un monto actualizado que empata -de momento- la inflación intermensual (casi 3%).
Asimismo, la autoridad monetaria nacional “avanzó en la creación de una nueva LELIQ a 180 días de plazo, cuya tasa se fija en 44% anual” con lo cual da cuenta de la evolución de precios y proyecta captar más pesos.
En cuanto a cómo impacta esta medida en las y los ahorristas, “el nuevo piso se fija en 39% anual para las imposiciones a 30 días, mientras que para el resto de los depositantes del sistema financiero la tasa mínima garantizada se establece en 37% anual”, reportaron desde el Directorio del BCRA.
De modo que, en línea con la decisión de igualar las tasas de interés con la inflación, ahora quien deposite, al menos, $1.000 a 30 días en un plazo fijo tradicional obtendrá casi $1.600, variable de acuerdo a las políticas de cada entidad bancaria y/o financiera.
Por su parte, otra de las alternativas es la del plazo fijo con ajuste UVA (Unidad de Valor Adquisitivo), la cual tiene como plazo mínimo de 90 días y se indexa de acuerdo al Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) basado en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) -inflación- más, generalmente, un punto de la tasa de interés que emplea cada institución. Este plazo suele componer un mejor rendimiento que el tradicional.
En conclusión, mediante las LELIQs, desde el BCRA captan grandes sumas en pesos que provienen de los bancos y que obtienen, por el volumen de dinero colocado, unos puntos más que las y los ahorristas que tienen un plazo fijo o varios.
Estas políticas adoptadas por el BCRA se ajustan a las metas que poseen desde el Directorio: “A lo largo del 2022, se espera que cedan los factores que presionaron sobre el nivel general de precios. La política cambiaria y de tasas de interés, junto con una administración prudente de la liquidez, contribuirán a mejorar las expectativas cambiarias”.
TE PUEDE INTERESAR

