El presidente Javier Milei presentó anoche, por cadena nacional, el proyecto de Presupuesto 2026. En un discurso cargado de épica, sostuvo que la Argentina ya superó la etapa más dura del ajuste y que el esfuerzo “valió la pena”. “Podemos afirmar que lo peor ya pasó”, dijo, mientras destacó como logros la baja de la inflación, de la pobreza y de los impuestos, además de la salida del cepo.
El mensaje presidencial –fuertemente rechazado desde la oposición– buscó instalar un clima de optimismo, en un momento en que el oficialismo sufre desgaste en las urnas y necesita recuperar respaldo popular. Milei insistió en que el equilibrio fiscal es “la piedra angular” de su gobierno y prometió que el 85% del gasto se destinará a educación, salud y jubilaciones. “No hay otro camino posible”, remarcó.
Sin embargo, casi en paralelo, el propio gabinete envió otra señal. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, convocó a una demostración pública de prácticas antidisturbios en la sede de Gendarmería, en el marco de lo que se presentó como una “entrega histórica de equipamiento para las Fuerzas Federales”.
En el comunicado oficial enviado por el Ministerio de Seguridad de la Nación, se reafirmó la vigencia de la “Doctrina de Seguridad y Orden”, un plan que, según el comunicado oficial, “cuenta con el apoyo y la convicción del Presidente Milei”.
El contraste es evidente. Mientras el mandatario asegura que la etapa crítica quedó atrás, la cartera de Seguridad refuerza la preparación frente a eventuales protestas sociales. Una puesta en escena que parece reconocer que el malestar no terminó y que la conflictividad puede recrudecer.
El despliegue se inscribe en una política más amplia de tolerancia cero con la protesta social. En los últimos meses se registraron escenas de represión sobre jubilados y personas con discapacidad que se movilizan cada semana al Congreso, y persiste el antecedente del ataque al fotógrafo Pablo Grillo que todavía lucha por su vida.
A esto se suma que en los próximos horas se desplegará una marcha en defensa del financiamiento educativo y contra los vetos presidenciales a leyes votadas en el Congreso. El operativo de Seguridad aparece, así, como un mensaje preventivo frente a un calendario de movilizaciones que promete ser intenso.
¿Se trata del comienzo de una etapa de prosperidad, como sostiene Milei, o del anticipo de nuevos choques en la calle, como sugiere el despliegue de Bullrich?

