Mauricio Macri se cuidó para no dar un paso en falso y mantuvo un bajo perfil sin prácticamente involucrarse en la campaña electoral de La Libertad Avanza.
Con posteos aislados en redes, uno de ellos en los que planteó más exigencias que reconocimiento de logros a la gestión de Javier Milei, el líder del PRO decidió el último miércoles salir del ostracismo y se mostró con los candidatos de la provincia de Buenos Aires y CABA.
El expresidente convocó a una reunión en la sede del partido en el barrio porteño de Palermo y posó para la foto con Diego Santilli, Alejandro Finocchiaro, Florencia de Sensi, Fernando de Andreis y Antonela Giampieri. También estuvo presente en el evento el diputado nacional Cristian Ritondo, titular del PRO bonaerense y nexo amarillo con Javier Milei.
“Los candidatos tienen todo mi apoyo. El domingo en Capital y Provincia de Buenos Aires votamos la lista LLA+PRO” sostuvo en un escueto posteo en sus redes sociales.
A lo largo de casi un mes de campaña, el expresidente no compartió ninguna actividad pública junto a Javier Milei o los referentes libertarios – solo resta el acto de cierre de este jueves en Rosario-.
Las condiciones de Mauricio Macri para los siguientes dos años de gestión de Javier Milei
De manera subterránea, Mauricio Macri presionó para lograr que dirigentes de su riñón político tengan injerencia durante el rediseño del gabinete. Por lo pronto, el lugar de la Cancillería no fue para un amarillo puro como deseaba el exmandatario, quien quería a Federico Pinedo en esa cartera.
Días atrás, el titular del PRO nacional se despachó con un extenso posteo que abrió el debate sobre si se trató de una serie de condiciones que el exmandatario planteó a la gestión libertaria o si actuó como “spoiler” de una serie de posibles acuerdos ya negociados.
Mauricio Macri sostuvo que la Argentina logró “una estabilidad razonable” luego de “importantes sacrificios” pero consideró que llegó el momento de “arrancar y crecer sin parar” luego del fuerte sacrificio de amplios sectores de la población.
Destacó que la inflación de septiembre, del 2,1%, representa “un gran logro que debemos reconocer”, en contraste con el 211,4% anual que —según recordó— dejó el gobierno de Alberto Fernández. Sin embargo, advirtió que el país enfrenta ahora “otra etapa igualmente urgente: dejar atrás el estancamiento y pasar de la estabilidad al crecimiento”.
Para alcanzar ese objetivo, el líder del PRO planteó la necesidad de “construir una nueva mayoría” en el Congreso, que no esté integrada solo por una fuerza política, sino por legisladores de distintos espacios y regiones”. En otros términos, advirtió que el gobierno nacional necesita mayor gobernabilidad.
El exmandatario señaló además que su partido está dispuesto a “asumir este compromiso” y llamó al Gobierno a “convocar al diálogo con humildad y honestidad” después de las elecciones del 26 de octubre.
En ese punto, Macri introdujo una definición llamativa: pidió que el oficialismo acepte “una oposición constructiva” – ¿se ubicó en ese lugar?- que colabore con las reformas necesarias, siendo el PRO parte de la coalición electoral.

