Finalmente, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tuvo su encuentro con el ex presidente Mauricio Macri en Villa La Angostura y consiguió la tan ansiada foto que difundió por redes sociales. “Nos une la convicción de que hay que cambiar definitivamente la Argentina y la responsabilidad de llevar ese cambio adelante”, decía el texto que acompañaba la imagen.
Y agregó: “Tenemos la certeza de que el momento de hacerlo es ahora, con un plan serio y sostenido en el tiempo. Son 20 años trabajando juntos, intercambiando ideas y construyendo una visión compartida del rumbo que tiene que seguir nuestro país”.
TE PUEDE INTERESAR
Por su parte, Macri realizó un posteo en Instagram y escribió: “Hablamos largo de la importancia de hacer un cambio verdaderamente profundo para que la Argentina encuentre su rumbo, y de la urgencia de que ese cambio suceda ahora, sin postergaciones”, en clara referencia a las elecciones venideras.
La cumbre Macri-Larreta “agitó” la interna del PRO: es que el encuentro se produjo una semana después del que mantuvieron allí el ex presidente y Patricia Bullrich, por lo que “equilibró” la balanza entre los representantes del ala dura y blanda de su propio partido. Hace 7 días, parecía que Macri había tomado posición por quien fuera su ministra de Seguridad, a modo de “padrino” de cara a las elecciones.
Sin embargo, con el encuentro en la Patagonia con Larreta, demostró querer ser, al menos por ahora, un mediador de su espacio, en su intento por mantener a sus candidatos competitivos; tener un trato ecuánime con sus dos máximas figuras presidenciables y que la cuestión electoral se defina por medio de las PASO.
Hay un dato no menor que podría dinamitar aún más la interna de los amarillos: aún no está claro si Macri presentará su postulación para volver al poder. Y esa vuelta por el “segundo tiempo” sí dispersaría el voto de Bullrich y sacudiría los alineamientos dentro de Juntos por el Cambio.
TE PUEDE INTERESAR

