El libro Enrique Shaw: el apóstol de los empresarios, de las autoras Nunzia Locatelli y Cintia Suárez, fue distinguido por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires al ser declarado de Interés para la Comunicación Social y la Cultura, a partir de una iniciativa impulsada por el diputado Juan Facundo Del Gaiso.
El acto se realizó en el Salón Presidente Alfonsín y contó con la presencia de autoridades legislativas, entre ellas la vicepresidenta de la Legislatura, Clara Muzzio, además de dirigentes empresariales, referentes del ámbito cultural, miembros de la Iglesia y familiares de Enrique Shaw, cuya figura atraviesa hoy un renovado interés social y espiritual.
La distinción al libro se produce en un momento singular: mientras su historia vuelve a circular con fuerza en el plano público, el empresario argentino avanza en su camino hacia la beatificación, con un proceso que, como viene contando INFOCIELO, ya superó etapas centrales dentro de la Iglesia.

Un empresario con conciencia social
La obra reconstruye la vida de Enrique Shaw, un empresario que desarrolló su actividad con una mirada profundamente humanista del trabajo. Nacido en una familia de posición acomodada, eligió involucrarse de lleno con la realidad de los trabajadores y pensó la empresa no solo como un espacio de producción, sino como una comunidad de personas.
Su paso por el mundo empresarial estuvo marcado por decisiones poco habituales para su época: impulsó mejoras salariales, defendió condiciones de trabajo dignas y se opuso a despidos masivos incluso en contextos de crisis. Para Shaw, la rentabilidad no podía estar desligada de la responsabilidad social ni del bienestar de las familias que dependían de la fábrica.
Esa visión lo llevó también a ser uno de los fundadores y primer presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), desde donde promovió una forma distinta de ejercer el liderazgo empresario, basada en valores, justicia social y compromiso con el bien común.
Fe, legado y camino a la beatificación
La dimensión espiritual atraviesa toda la vida de Enrique Shaw. Su fe no fue un dato privado, sino un motor activo de sus decisiones públicas, tanto en la empresa como en la vida familiar y social. Sus escritos personales, cartas y reflexiones fueron claves para que la Iglesia avanzara con su causa.

En los últimos años, su figura volvió a ocupar un lugar central a partir del avance de su proceso de beatificación, que lo posiciona como uno de los pocos empresarios del mundo en ese camino. Su ejemplo fue incluso destacado por el Papa Francisco. La posibilidad de que llegue a ser beato —y eventualmente santo— proyecta su ejemplo más allá del ámbito religioso y lo convierte en una referencia ética de alcance universal.
En ese marco, el libro de Locatelli y Suárez funciona como una síntesis accesible y profunda de su vida, su pensamiento y sus acciones. No solo recupera su biografía, sino que propone una mirada actual sobre la relación entre empresa, trabajo, dignidad humana y responsabilidad social.
Durante el acto en la Legislatura, las autoras destacaron que el objetivo de la investigación fue acercar la figura de Shaw a las nuevas generaciones, mostrando que su legado no pertenece al pasado, sino que interpela directamente al presente. “Su mensaje sigue siendo actual porque habla de cómo ejercer el poder, el liderazgo y la economía con conciencia social”, señalaron.
El reconocimiento legislativo se suma así a una serie de iniciativas que, en los últimos años, reactivaron el interés por la vida de Enrique Shaw. La distinción al libro consolida ese proceso y reafirma la vigencia de un empresario que hizo de la ética, la fe y el compromiso con los trabajadores una forma concreta de entender la vida.

