Un infierno en plena tarde. Así puede describirse la brutal escena que quedó grabada en las cámaras de seguridad de una casa de Virrey del Pino, partido de La Matanza, donde una maestra de la Escuela Primaria Nº 202 terminó arrastrada más de 50 metros por dos delincuentes que le robaron el auto sin importarles nada: ni los gritos, ni los golpes, ni la vida de la mujer.
Caía la tarde del jueves en el barrio Puente Ezcurra, a la altura del kilómetro 34 de la Ruta 3, cuando las tres docentes salían de trabajar, agotadas pero aliviadas de cerrar un día más en el aula. Lo que no sabían era que había dos oportunistas al acecho: minutos antes, los ladrones habían pinchado una de las ruedas del Ford Focus para obligarlas a detenerse. Un plan frío, pensado, ejecutado sin piedad.
Cuando las maestras se subieron al auto, los delincuentes aparecieron como sombras. Dos de ellas lograron escapar, pero la tercera quedó atrapada: la correa de su mochila se enganchó en el vehículo, dejándola a merced del avance del auto robado.
Lo que vino después es de película… de terror.
Las cámaras muestran el Focus en reversa, arrancando con violencia mientras la mujer es arrastrada más de media cuadra sobre el asfalto, golpeándose, rebotando, dejando un rastro de desesperación sobre la calle Villarroel. Los vecinos escucharon los alaridos y salieron desesperados. Algunos, con la adrenalina a mil, intentaron frenar a los ladrones arrojando una estructura de hierro. Pero los delincuentes respondieron a los tiros: disparos al aire para despejar el camino y escapar como cobardes.
En una maniobra brusca, al doblar, la docente finalmente logró soltarse. Quedó tendida en el suelo, lastimada, aturdida, con quemaduras y golpes por todo el cuerpo, mientras sus compañeras corrían hacia ella llorando del susto.
De milagro, está fuera de peligro.
De justicia, ni rastro: por ahora, no hay detenidos.

