Una de las pocas dependencias del Estado nacional, por no decir la única, que no sufrió los brutales recortes presupuestarios en los últimos años fue la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). De hecho, esta semana, el presidente de la Nación, Javier Milei, le puso la firma a un decreto que le asignó fondos adicionales por más de 26 mil millones de pesos. Días después designó a un nuevo jefe y ahora salió el plan estratégico.
“Por primera vez en veinte años, el Gobierno Nacional aprobó una nueva Política de Inteligencia Nacional, actualizando los lineamientos y los objetivos generales”, informó anoche la propia SIDE. De esta manera, hace su debut el organismo que ya lidera el contador Cristian Auguadra. El supuesto plan quedó oficializado este viernes en el Decreto 864/25 y consiste en un documento de 35 páginas referidas a 6 objetivos generales.
- Posicionar a la República Argentina en el plano internacional.
- Preservar la soberanía y la autonomía estratégica del país.
- Proteger los recursos estratégicos y las infraestructuras esenciales.
- Prevenir y combatir el terrorismo y el crimen organizado en todas sus manifestaciones.
- Anticipar y contrarrestar las amenazas en el ciberespacio de interés nacional.
- Contrarrestar actividades de inteligencia externas que afecten los intereses nacionales.
Según la norma que se publicó en el Boletín Oficial de hoy, estos lineamientos “serán la guía que deberá orientar todas las actividades propias del Sistema de Inteligencia Nacional, en apoyo a las máximas autoridades para la consecución de los intereses estratégicos de la Nación, en el camino de convertir a la República Argentina en una potencia moderna, soberana y fundada en los valores de la libertad”.
Lo cierto es que este plan le abre la puerta a actividades de espionaje generalizadas. El documento en cuestión habla específicamente de desarrollar “una cultura de inteligencia en todos los organismos estatales que permitan al Sistema Nacional de Inteligencia (SIN) potenciar sus capacidades”

