Lo que comenzó como una detención vehicular más en la ruta terminó revelando un escándalo dentro de las fuerzas de seguridad. Una mujer que manejaba sola por la autovía, de madrugada y sin signos aparentes de irregularidades, terminó esposada cuando los policías descubrieron que era una oficial de la Policía Federal Argentina y que trasladaba 14 kilos de cocaína ocultos en el interior de su vehículo.
El episodio ocurrió en Paso Cerrito, Entre Ríos, cuando personal del Puesto de Control Vial detuvo el auto que circulaba en sentido norte-sur. La inspección no tardó en despertar sospechas: una zona de la parte inferior del rodado presentaba modificaciones que no coincidían con la estructura original. Ante la duda, se recurrió a un can narcodetector, que marcó el punto de inmediato.

Dentro del vehículo aparecieron primero tres paquetes rectangulares. Luego, con la llegada de la División Drogas Peligrosas Federación, una revisión más profunda permitió hallar otros seis bultos escondidos en compartimentos internos diseñados para el traslado de estupefacientes. El pesaje final confirmó 14 kilos de cocaína.
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La mujer aseguró en un primer momento que se dirigía a Chajarí, aunque el trayecto real indicaba un viaje desde Posadas hacia Buenos Aires. Su identidad no fue difundida, pero al revisar su documentación los agentes confirmaron que estaba en actividad dentro de la PFA, lo que abrió una línea de investigación que ya involucra a otras jurisdicciones.
Ahora permanece detenida a disposición de la jueza federal Analía G. Ramponi, titular del Juzgado Federal de Concordia, mientras avanza la investigación para determinar cómo obtuvo la droga y si formaba parte de una red de traslado más amplia.

