En una jornada que quedará inscripta como “un antes y un después” para la aviación comercial, el vuelo MU745 de China Eastern avanza en este momento sobre el Pacífico rumbo a la Provincia de Buenos Aires, donde está previsto su arribo para esta tarde del 4 de diciembre. La ruta, que une Shanghai con la Argentina mediante una única escala técnica en Auckland, se convertirá entonces en el vuelo directo comercial más largo del mundo cuando toque la pista de Ezeiza.
Con casi 20.000 kilómetros de recorrido y más de 25 horas totales de operación, esta es la primera vez que dos ciudades prácticamente antípodas quedan enlazadas por un corredor aéreo permanente. La aeronave elegida para el estreno es un Boeing 777-300ER decorado especialmente con la temática del Museo Nacional de China.
Un vuelo que todavía escribe historia en el aire
El MU745 despegó en la madrugada china desde el Aeropuerto Internacional de Pudong y realizó su escala técnica de poco más de dos horas en Auckland, desde donde volvió a elevarse rumbo a nuestra provincia.
De acuerdo con la información de la concesionaria aeroportuaria argentina, la llegada está programada para las 16:55, en lo que será el momento clave de una operación llamada a redefinir las conexiones transpacíficas.
A diferencia de las rutas del hemisferio norte, que suelen exigir múltiples enlaces y casi 30 horas de viaje, este nuevo corredor sur optimiza los tiempos y reduce el jet lag gracias a una progresión horaria más amigable. El sistema fue concebido para llegar directo a destino con un único descenso técnico, sin cambio de avión y evitando los clásicos desvíos por Europa o Norteamérica.
Una aeronave pensada para simbolizar el primer cruce
Para esta inauguración, China Eastern eligió su Boeing 777-300ER intervenido como la llamada “49ª Sala de Exposiciones” del Museo Nacional de China. El fuselaje luce un diseño de pintura completa que exhibe seis piezas históricas icónicas de más de cinco mil años de cultura china.
Entre ellas destaca el jarrón “Sea-Calming”, que viaja en réplica dentro del avión como emblema de paz y prosperidad para este primer puente aéreo pacífico entre Asia y el Cono Sur.
A bordo, la aerolínea preparó regalos y bebidas temáticas que combinan guiños chinos, kiwis (por Nueva Zelanda) y argentinos, con propuestas diseñadas exclusivamente para el viaje inaugural.
Un corredor sur que abre una época nueva
La ruta Shanghai–Auckland–Buenos Aires será operada dos veces por semana (lunes y jueves en sentido Asia Sudamérica, y martes y viernes en el trayecto inverso) y se apoya en un modelo de “single-plane operation” que permite que el mismo avión complete todo el recorrido, reduciendo desgaste y tiempos de conexión.
Esto es posible gracias a la política de tránsito de Nueva Zelanda, que desde 2025 solo exige una autorización electrónica NZeTA para ciudadanos chinos de paso, facilitando una operativa casi ininterrumpida entre los tres países.
Comercio, turismo y cultura en expansión
La aerolínea obtuvo derechos de Quinta Libertad para embarcar y desembarcar pasajeros y carga en Auckland, un factor clave para potenciar intercambios comerciales de alto valor entre China, Oceanía y Argentina.
El sector turístico también anticipa un impacto fuerte al conectar estaciones opuestas del calendario y generar un flujo constante entre hemisferios.
En lo cultural, el nuevo enlace promete multiplicar el intercambio entre artistas, universidades y comunidades, acercando desde la Ópera de Pekín al tango porteño y a la tradición maorí.
Para acompañar esta expansión, la compañía ya habilitó una línea de atención en español (+0086-21-20695530) con servicios de consulta, reservas y asistencia integral.
Mientras el MU745 cubre su tramo final rumbo a Ezeiza, el sector aeronáutico mundial sigue de cerca un vuelo que, incluso antes de aterrizar, ya redefinió el mapa global de conexiones y abrió un nuevo capítulo entre Asia y Sudamérica.

