Fernando Zaniratto pasó de ser un técnico de Reserva que tapaba los baches en Primera, a ser el sostén del fútbol de Gimnasia. El DT no solo levantó el nivel de todos los pibes en el torneo Proyección, sino que además despertó al Lobo en la máxima categoría, lo salvó del descenso y lo metió en la semifinal del Clausura.
Con la temporada 2025 finalizando y las instancias decisivas a flor de piel, donde el Lobo logró avanzar con ambas categorías, Lucho se convirtió en un factor común que de alguna manera mantiene en pie y sostiene los dos planteles. El DT no dejó de asistir a cada una de las fases finales que disputó el equipo de Kuzemka, y por supuesto tampoco de entrenar con el plantel superior.
Recientemente, en la previa al partido más importante para Gimnasia en el año, que será ante Estudiantes por la semifinal del campeonato, el técnico se vio afectado por dos momentos claves que influyen directamente con el día a día en Estancia Chica. Uno de ellos fue la derrota de la Reserva en la final ante Boca y el otro, el paro de los futbolistas de Primera, que decidieron no entrenar.
Así, a tres días del partido decisivo ante el Pincha, Zaniratto pasa sus horas haciendo equilibrio entre una cosa y otra: el miércoles por la noche estuvo en Banfield con los pibes y consoló a cada uno de ellos tras la definición por penales. Este jueves se encontró con el malestar de los más grandes por la falta de respuestas de la CD en torno al pago de los sueldos adeudados.
El consuelo de Zaniratto a los pibes de Reserva
Aún así, el DT se mantiene firme con el objetivo principal que es la semifinal del torneo local. Consiguió cinco victorias consecutivas con el plantel superior, metió al Lobo en una instancia en la que hacía mucho tiempo no estaba y es el dueño de la ilusión tripera. Desde ya, el principal candidato para ser el técnico durante el 2026.


