La decisión de la AFA de otorgarle un título de campeón a Rosario Central por haberse consagrado como el mejor equipo de la temporada a través de la tabla general, sigue dando que hablar.
Justo en la precia del trascendental partido ante Estudiantes y en medio de las celebraciones del conjunto Canalla, apareció vandalizado en la mañana del viernes un mural de Ángel Di María en la mismísima ciudad de Rosario.
La imagen se remite a una gigantografía hecha en las instalaciones del club El Torito en la que puede verse la imagen arruinada con las palabras “ladrón” y “mercenario”, tal cual sucedió como algunos murales que tenía imágenes de sus compañeros de Selección.
Los otros murales arruinados
Lo que hace unos meses hubiera sido algo impensado, está pasando. Que aparezcan vandalizados los murales de los campeones del mundo de Qatar forma parte de la vida cotidiana de este sube y bajas de emociones encuadrado en el fútbol argentino y que representa para muchos un hartazgo general de la gestión Tapia y, para otros, una campaña de desprestigio político hacia el presidente.
Vayamos por partes. La información cruda y dura indica que en diversos lugares del AMBA aparecieron murales de De Paul, Messi y Dibu Martínez vandalizados con frases contra ellos y el presidente de la AFA, poniendo de manifiesto un disconformismo sobre los arbitrajes en el fútbol argentino.

Es por eso que frases como “Chiqui Mafia delincuente”, “El mundial más caro de la historia” o “De Pol (sic) cómplice de esta mafia” sirvieron para exteriorizar una bronca que tuvo su eje en la localidad de Morón, luego de que el Gallo pierda ante Brown de Madryn y su deté fuera suspendido antes del segundo partido por declaraciones hirientes hacia Claudio Tapia y Pablo Toviggino.

El hecho se repitió en diversas localidades y esgrime cierto hartazgo general de un público que parece asqueado por fallos arbitrales que ayudan a los clubes cercanos al presidente, en especial su propio club, Barracas Central.


