Rosario Central fue consagrado ayer de manera retroactiva como “campeón de Liga 2025”, a pesar de que ese título no figuraba en el reglamento de competencia de la temporada. AFA alegó en su justificación que se trató de una decisión unánime, tomada por todos los clubes, pero Estudiantes encendió la polémica al desmentirla.
Por eso Pablo Toviggino, el número dos de Claudio Tapia en la Asociación del Fútbol Argentino, salió primero a atacar a Juan Sebastián Verón y luego a desmentir al Pincha, aunque lo hizo de una manera bastante particular en la que no hace más que darle la razón.
Pasaron de hablar de una votación en la que se aprobó por unanimidad a compartir como “prueba” un acta que certifica que no hubo tal votación. Lo único que se lee en ese texto en relación con el título de Rosario Central es que se resolvió “luego de un breve debate y encontrándose todos los presentes de acuerdo”.
No se entra en detalles ni se especifica nada respecto de ese debate, pero lo que salta a la luz es que no hubo votación formal, y por lo tanto, no existió la “aprobación por unanimidad” de la que se habló en un principio. Fue ni más ni menos que una comunicación por parte de Claudio Tapia para los presentes.

A fin de cuentas, la decisión ya estaba tomada: la copa ya estaba en el lugar, lista para ser entregada, y tanto Ariel Holan como Ángel Di María y Jorge Broun se encontraban a cientos de kilómetros de Rosario, casualmente en Puerto Madero. “Nos enteramos anoche, por lo que movimos el entrenamiento a la tarde”, reconoció ayer el propio DT canalla.
Desde AFA también se dijo que “era algo que se venía hablando”, pero la realidad (y el acta) evidencia que lo que se venía charlando era instrumentarlo para 2026. La entrega de un título a Central a posteriori no solo no estaba en el Orden el Día de la reunión de Comité sino que agarró por sorpresa a la mayoría de los clubes. No es casual que casi ninguno de sus rivales haya saludado al campeón por su título…
Por último, también, otro fallido de AFA tiene que ver con las firmas. Se dijo en un primer momento que en el acta en cuestión estaba la firma de Pascual Caiella, pero lo que fue dado a conocer es bien distinto: solamente lleva el gancho del propio Tapia, de Francisco Duarte (Gerente General de Liga Profesional) y de Cristian Malaspina (Secretario General).





