El 9 de enero, y luego de un largo camino, la comisión médica del Vaticano aprobó el milagro atribuido a Enrique Shaw, el empresario católico argentino que está cerca de convertirse en el primer beato empresario del mundo.
El camino a la beatificación fue seguido de cerca por Nunzia Locatelli y Cintia Suarez, especialistas en la materia y autoras del libro “Mama Antula, la primera santa de argentina”, en un extenso artículo publicado por Infobae. Allí dieron cuenta de la última y estruendosa novedad: la aprobación de la consulta médica, un paso clave antes de la evaluación de la Comisión de Teólogos y del examen a cargo de los obispos y cardenales.
Las autoras citaron las palabras de monseñor Santiago Olivera, vicepostulador de la causa de canonización, quien daba cuenta de “una alegría muy grande”, y de un “paso muy importante que es el reconocimiento de parte de los médicos, que ha superado la ciencia médica esto que se ha presentado”, sostuvo.
De acuerdo al Monseñor que se encuentra en Roma, ahora queda una próxima instancia: “Que la postuladora presente todo el caso en un escrito acerca del milagro, con la explicación de todo, para los teólogos (la Comisión Teológica) que lo que dictaminan es que la oración que se ha realizado en el tiempo concuerda. Se ha pedido a la intervención del siervo de Dios Enrique Shaw causa efecto y se adjudica a su intercesión esta cura milagrosa, suponemos milagrosa”. Por lo que habrá que esperar estas instancias.
¿Quién fue Enrique Shaw?
A dos meses de su nacimiento en Francia, un 26 de febrero de 1921, la familia de Enrique Shaw regresó a la Argentina. Su madre Sara Tornquist Altgel era de ascendencia alemana y su padre, Alejandro Shaw, de ascendencia escocesa.

Según cuenta la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa, al fallecer su madre en 1925, su padre le cumple el deseo de confiar la formación de Enrique a un sacerdote sacramentino.
Siempre sobresaliente, Enrique desarrolló una comprometida labor apostólica. En 1943, Enrique Shaw se casó con Cecilia Bunge y tuvo 9 hijos. Y en 1945 cumplió la misión especial: llevar el Evangelio al mundo empresario. De este modo, participó en la Acción Católica y el Movimiento Familiar Cristiano. Junto con otros empresarios participó en la organización de ayuda a la Europa de post-guerra que en 1946.

En 1952 fundó la actual Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa y promovió su ingreso a la UNIAPAC (Unión Internacional Cristiana de Dirigentes de Empresa).
A la corta edad de los 36 años, a Shaw se le detectó un cáncer incurable. A pesar de ello, participó de congresos, conferencias y editó publicaciones. En 1961 se convirtió en Presidente de los Hombres de Acción Católica. El 27 de agosto de 1962 Shaw murió a los 41 años.
El camino a la canonización
En la década de los 90 se inició la búsqueda de testimonios escritos y se registran las actuaciones de Enrique Shaw, luego de consultarse a su esposa si estaba de acuerdo con la causa.
De este modo, en 2001, el Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Mario Bergoglio -actual Papa Francisco– consultó a los señores obispos sobre la oportunidad de incoar la Causa, designó una Comisión de Peritos en Historia para recoger escritos y documentos y obtuvo el nihil obstat de la Congregación para las Causas de los Santos en Roma.

Luego, en 2005 se realizó la ceremonia de apertura formal en la Curia de Buenos Aires. El 19 de septiembre de 2013, en la Universidad Católica Argentina se llevó a cabo la ceremonia de Clausura de la fase diocesana de la Causa de Canonización del Siervo de Dios Enrique E. Shaw. Al año siguiente, la documentación de la causa fue llevada a Roma. Allí, la Congregación de la Causa de los Santos del Vaticano decretó la validez jurídica de la documentación recibida.
En 2021 Shaw fue declarado Venerable Siervo de Dios y el Papa Francisco autorizó la promulgación del decreto de la Congregación para las Causas de los Santos que reconoce las virtudes heroicas del mismo. Finalmente, en 2025 la comisión médica del Vaticano aprobó el presunto milagro atribuido a Shaw.

