Los fríos números marcan que el intendente Marcos se impuso, contra varios pronósticos, en las primarias distritales. La lista que llevaba su candidatura sacó el 32% de los votos, contra el 30.5% de Alejandro Celillo, el candidato de UDESO –a quienes varios le apostaban sus fichas-, y el 27% de Ricardo Albano, cuya postulación estaba apadrinada por Sivero.
Pese a que la lista superó el 25% que exige la Carta Orgánica del PJ para conformar listas mixtas, los ediles que acompañaron a Albano renunciaron masivamente y sobre la hora, de manera que Marcos tendrá una lista incompleta en octubre. El runrún alvearense marca que el desenlace estaba anunciado merced a los resquemores de las internas.
Las primeras versiones dieron cuenta del vaciamiento de la lista por parte del sector que responde a Sivero. “Con funcionarios como él, Scioli está al spiedo”, dijeron a INFOCIELO fuentes consultadas oportunamente, haciendo referencia a que el director del Banco Provincia “no se juega por el distrito”. Es que, de cara a las generales, la diferencia obtenida por Marcos no garantiza retener el distrito, por lo cual los votos de Albano son imprescindibles.
El sector aludido respondió a través de un comunicado en el que expresaron que la conformación de la lista con vencedores y vencidos no se llevó a cabo debido a que “no fueron convocados a tiempo” y salieron a minimizar el hecho. “Si éramos oportunamente convocados como corresponde, acompañarían a Gustavo Marcos los Señores Osvaldo Paternostro, Edgardo Rovere y la Señora Catalina Restivo”, señalaron en la misiva.
Como la convocatoria no tuvo lugar –según afirman- en las semanas siguientes, y “en razón de la extemporaneidad de la misma y habiendo ya tomado el conjunto de Precandidatos la decisión de no participar, se elevaron las renuncias correspondientes ante la junta Electoral Provincial y al apoderado del Partido Justicialista”.
Los que conocen el pago alvearense cuentan por lo bajo que el último sábado, el sector de Sivero realizó un almuerzo en el cual se festejó el comunicado elevado la semana pasada y el éxito de la maniobra contra Marcos. “El que no salta es del Tato”, dicen que se oyó cantar, muro de por medio, a la tropa siverista.
Más allá de las versiones contrapuestas, queda claro que en General Alvear, a diferencia de varios distritos de la provincia, no pueden ufanarse de haber cumplido el viejo axioma que ordena al perdedor de una interna alinearse con el ganador.