En al aire de LA CIELO, el Embajador argentino en Qatar, Guillermo Nicolás, conversó con Marcela Feudale sobre el comportamiento de la hinchada argentina durante el mundial, las costumbres qataríes, la relación con las fuerzas de seguridad y los derechos de la mujer.
Sobre los controles en torno a las normas de conducta, el embajador dijo que “está siendo todo mucho mas laxo de lo que esperábamos. La policía no es tan estricta como suponíamos y ha ido permitiendo toda estas cuestiones relacionadas a costumbres. Y ha habido muchos casos de qataríes que invitaron a argentinos, ya sea a sus propias casas o bien llevándoles comida a la zona donde hay argentinos alojados. Es muy común ver qataríes que descargan de sus 4×4 cantidades de comida y agua parta colaborar con los argentinos. Le hemos dado mucho color y pasión al mundial y ellos lo están valorando muy positivamente”.
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Con respecto al furor por el fútbol una vez iniciada la Copa del Mundo, afirmó que “antes del mundial , iba a los partidos de la liga local y no éramos mas de 400 personas en los estadios mundialistas. Éramos muy poquitos, no se veía casi nadie. Todos sentados, calladitos. Se gritaba algún gol, se aplaudía pero nada más. Lo que está brindando la hinchada argentina es impresionante. Hay un algo que ojalá quede”.
Sobre la cantidad de hinchas que se acercaron a Qatar, el embajador concluyó que en “el partido contra Australia y Holanda, había muy poca gente. Los holandeses no eran más de 1500, contra los 70 mil que hinchaban por Argentina. Era impresionante ver todo celeste y blanco con un grupito anaranjado en una puntita. Los europeos le han dado la espalda al mundial, al menos desde la asistencia, y se nota mucho la diferencia“, y agregó: “El color y el ruido del mundial fue argentino”.
En otro pasaje de la entrevista, Guillermo Nicolás afirmó que “Qatar tomó el mundial como una vidriera para mostrarse al mundo. Parece errado suponer que su exposición mundial iba a ser en el marco de una fuerza represiva. Había órdenes del gobierno de que la policía se ocupara de los delitos, no de las eventuales violaciones de las normas de conducta que son diferentes con respecto a otros países del mundo”
En ese sentido, declaró que “la masividad del evento hacía muy difícil suponer que la policía iba a estar actuando ante el menor desliz, como puede ser quedarse en cuero en el medio de la calle. No parecía razonable. Hemos tenido incidentes menores durante los partidos, y la actitud de las fuerzas de seguridad como de la justicia qatarí ha sido muy flexible y siempre tratando de solucionar los problemas sin generar otros”.
Sobre la posible flexibilización de las leyes qataríes luego del mundial, el embajador afirmó: “Creo que va a seguir con la misma rigurosidad, que está muy aplicada a los extranjeros. Los qataríes no tiene problema, es una cuestión cultural. A las mujeres no se les ocurriría salir sin estar usando la hiyab, que incluso la usan los hombres. Ningún hombre anda mostrando partes de su cuerpo en la vía publica, es una cuestión cultural muy arraigada, como el alcohol, o el ir de la mano de la pareja. Son cuestiones que ni siquiera se van a plantear y van a seguir mas o menos como estamos”.
Finalmente, sobre los boletos para ingresar a la final del Mundial entre Argentina y Francia, dijo que “no se conseguían entradas por los sistemas legales de FIFA” y que, si bien “el mercado de las entradas es muy fluctuante”, días atrás, una entrada para el partido más importante de la Copa del Mundo podía conseguirse por 5 mil dólares.
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