Un estudio de la Universidad de Avellaneda (UNDAV) detalló que desde que se impuso la cuarentena, el Gobierno lleva invertido a través de ANSES cerca de 162 mil millones de pesos lo que equivale a un 0,8% del PIB de 2019, y Argentina se convierte en el país de la región que más dinero (en dólares) entregó por familia, encima de Brasil, Chile, Perú, Venezuela y Colombia.
Cabe destacar que la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), ente descentralizado dependiente del Ministerio de Trabajo de la Nación, canalizó la implementación de las medidas paliativas de la crisis económica, y el encargado de que, como detalla el informe, las transferencias económicas ante la pandemia alcanzó a un 62,4% del total de los hogares.
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Pero además, el trabajo trae a la discusión el mal desempeño macroeconómico de los últimos dos años: “cayeron todas las variables, exceptuadas las exportaciones en 2019. Sumado a la caída del nivel de actividad, el empleo formal también fue mermando porque la tasa de desempleo pasó de 7,2% en el cuarto trimestre de 2017 a 8,9% en el mismo trimestre de 2019”, además continúa: “En el mismo período, se produjo una proliferación de monotributistas de bajas categorías: los Cuentapropistas pasaron de representar el 21,2% del total de ocupados al 22,7%; y la tasa de informalidad aumentó más de 1 punto.”
Ante esta situación, el Gobierno Nacional focalizó sus políticas hacia los sectores más vulnerables. Desde la renegociación de la deuda externa hasta la implementación del IFE y la Tarjeta Alimentar, las políticas apuntaron hacia los sectores de más bajos recursos.
En cuanto al IFE, la política principal en el contexto de pandemia, implicó un ingreso monetario de 10 mil pesos (USD 146) a más de 8,3 millones de familias (y se esperan nuevas incorporaciones), logrando ser la política de mayor cobertura y de mayor poder de compra transferido en la región. “El Estado invirtió más de 80 mil millones de pesos (0,38% del PIB) para asistir económicamente a más del 60% de la población”, resalta la UNDAV y agrega que “dentro de la población alcanzada por los $10.000, el 61% son empleados informales (más de 5 millones de personas)”.
Sumado a esto, más de 8,3 millones de jubilados, pensionados y beneficiarios de AUH, AUH discapacidad y AUE recibieron un Bono Extraordinario implicando una inversión de casi 27 mil millones de pesos cubriendo al 63% de este universo. Además, los 2,3 millones de beneficiarios de AUH, AUE y AUH discapacidad recibieron los $10.000 del IFE.
Complementariamente, la asistencia estatal se dirigió hacia el sector productivo: a través del programa ATP la ANSES pagará hasta el 50% del salario de más de 186 mil empresas, alcanzando a 1,3 millones de trabajadores que, junto con la reducción de contribuciones y el aumento del seguro de desempleo implican un esfuerzo fiscal de más de 40 mil millones de pesos.
Los beneficiarios de AUH (hasta 6 años) y AUE recibieron también el subsidio por la Tarjeta Alimentar de $4.000 o $6.000 según el caso y se espera un refuerzo igual a un subsidio extra. Además, se extendieron hasta junio los meses de gracia para los pagos de las cuotas de los endeudados con ANSES y se redujo la tasa de interés de más de 5 millones de Créditos ya pactados.
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