Andés Larroque, el ministro de Desarrollo de la Comunidad, no es un dirigente adepto a las cámaras. Su perfil bajo en el plano mediático es la contracara de su acción política, potenciada y puesta bajo la lupa a partir de la interna a cielo abierto que se da dentro del kirchnerismo.
Mano a mano con INFOCIELO, Larroque tildó de “inexplicable” esa disputa, se mostró preocupado por la actitud de La Cámpora hacia Axel Kicillof y cuestionó las elecciones del Partido, que tienen a Cristina Kirchner en un rincón y a Ricardo Quintela en el otro.
– ¿Me podés explicar la interna que hay en el kirchnerismo?
– Es verdaderamente inexplicable. Axel ha salido con una carta, con un texto que es esclarecedor. Me preocupa que para compañeros de nuestro espacio, axel sea un problema…
– Un Judas…
Habrá que ver. Para Parrilli era un Pilatos. Algunos dicen que Judas podría ser yo… No importa; creo que hay que bajar la tensión, desdramatizar.
“Axel Kicillof es un sobreviviente a la catástrofe electoral”
La discusión en el peronismo gira en torno a los liderazgos. Los nuevos, los que emergen, los que sobreviven. Y combina o pone en tensión miradas estratégicas y, como señala Larroque, “posicionamientos relativos dentro de un dispositivo”.
“Tenemos que ver cómo agrandamos ese dispositivo que es el Movimiento Nacional, que es el peronismo, y cómo podemos construir una salida para esta pesadilla que es Milei. Axel es una gran noticia en este contexto, es un sobrevimiente a la catástrofe electoral y es un emergente”, explicó el “Cuervo”, como se conoce a Larroque.
¿Y la interna del PJ? “Este no es momento de interna, hay que dar debates, hay compañeros que están dolidos, necesitamos generar los ámbitos para darlo. No se si es una interna del Partido Justicialista donde se resuelve. El partido es un instrumento jurídico y electoral, pero lo importante es la conducción de movimiento y lo que significa el peronismo en esos términos”, respondió.
– ¿Y eso se discute o están todos de acuerdo en que es Cristina?
– Creo que hay que dar esa discusión, de la redefinición y reconstrucción del peronismo, que está en una de las crisis más importantes de su historia. No sé si eso se salda en una interna partidaria, cuando siempre hemos hablado de que en la historia del peronismo, el partido es un instrumento importante pero lateral, que no define la conducción del movimiento.
“Ricardo Quintela es un gobernador Kirchnerista”
La interna del Partido Justicialista es la única noticia que corre el eje de la agenda política que impone Javier Milei. Es el capítulo de una saga que se hace intensa con el corrimiento de Alberto Fernández de la presidencia del partido. Larroque subraya un dato de entonces que pasó bajo el radar.
“Cuando se da la licencia de Alberto Fernández, quién lo sucedía era Cristina Álvarez Rodríguez, vicepresidenta primera; después Axel. Pero evidentemente el sector vinculado a La Cámpora no propició que alguien vinculado a Axel o Axel mismo quedara a cargo de una transición. Hubo un rechazo, ponderando incluso a otros compañeros que ni siquiera eran cercanos al kirchnerismo. Entendimos que había una reticencia”, recordó el Ministro bonaerense.
Después apareció Quintela, que, remarcó Larroque, “era un gobernador kirchnerista, con buena sintonía con Cristina. Cuando fue la jura de la constitución…”.
– Peregrinó todo el peronismo a La Rioja.
-Estuvo Oscar Parrilli, Juliana Di Tullio, el Patria, La Cámpora. Era como el candidato de unidad y consenso entendiendo que no tenía sentido ir a una interna que nos exponga en un debate frente a Javier Milei, cuando en realidad tenemos que abroquelarnos y consolidar, sin eludir los debates, una posición de firmeza frente a su gobierno. Después no sé qué pasó…
– ¿No sabés? ¿No se sabe?
– Me parece que hay tantas prevenciones hacia lo que significa la consolidación de Axel que se termina leyendo la política en función de eso…
La salida de La Cámpora
-¿Todo esto explica tu salida de La Cámpora? ¿Qué viste?
Hacía tiempo que consideraba que mi rol de Secretario General era obsoleto, porque en la práctica era desconocido. Después, cuando se fue desarrollando el proceso político, hubo diferencias de miradas. Mi planteo tuvo que ver con convocar, con sumar sectores, una mirada más amplia y movimentista…
-La Cámpora tiene una estructura más cerrada, más sectaria…
La coyuntura de tantos ataques fue llevando a esa situación. Tengo infinidad de amigos, compañeros, aprecio, afectos. Fundé la organización, fui secretario general quince años. Hoy tenemos una responsabilidad mayor que es sacar al peronismo de este atolladero, y no lo vamos a poder hacer si reproducimos lógicas que generan divisiones.
-Vos decís convocar a todo el mundo, después está esa otra cosa: antes de juntarse habría que preguntarse para qué. Así no termina como el Frente de Todos.
-Totalmente. La unidad es condicion sine qua non para ganar una elección. Lo decía el General Perón: el proceso electoral es un acto cuantitativo, la gestión de gobierno es un acto cualitativo. Si te presentás a una elección tenés que tener un programa y un sistema de funcionamiento. En la experiencia reciente se cometieron muchos errores, todas las partes. Fuimos a un formato de coalición que nunca definió una conducción o un formato de toma de decisiones. Fue como el huevo podrido.
-¿Tan jodido es decir “nos juntamos y una vez por semana y definimos”?
-Pero no pasó.
-Ok, ¿no pasó porque no querían?
-Por el motivo que fuera. No puede volver a pasar. Creo que eso supone que tiene que estar clara, hacia futuro, la conducción. Lo que no acepta la sociedad argentina son gobiernos tercerizados o delegados. Que alguien esté en un lugar y remita a un tercero. Eso sí fracasó.