Quienes suman más de 40 años (aunque quizás 35 también) empiezan a quedar “out” de las nuevas terminologías utilizadas en redes sociales, que luego se esparcen a la vida real a manera de “jerga o código” entre adolescentes que buscan diferenciarse de lo que llaman el “lenguaje de viejos“.
Ejemplos sobran, pero en estas últimas semanas hubo dos que marcaron a la perfección un fenómeno que si bien se ha dado históricamente entre todas las generaciones, ahora con la irrupción de la tecnología, las redes sociales y los “nichos” que producen, se observan cada día más acentuados.
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Aquí revisaremos un ejemplo para cada lado.
Uno, usado en la convivencia natural de la vida real, sucedió cuando una joven moza de un restaurante “discriminó” a unos clientes que le pidieron un “postre vigilante”, y al no saber de que se trataba, contestó justificándose que ella “no manejaba lenguaje de viejos“.
Por otro lado se popularizó, sobretodo en Twitter, una palabra del “lenguaje joven” que proviene del inglés, y hace que miles de adultos que nunca tuvieron experiencia como “gamers” de juegos de computadora o consolas, no conozcan ni registren, y les haga quedar afuera de esa nomenclatura “juvenil” que utiliza una sola palabra para buscar desacreditar un tuit ajeno: y es la palabra “ratio“.
POSTRE VIGILANTE: ¿UNA DENOMINACIÓN DE VIEJOS?
Históricamente llamado así por lo que antes era su escaso valor económico, la combinación de queso y dulce de membrillo (o batata), tuvo su incorporación al lenguaje popular como “vigilante” porque los policías, a quienes se los llamaba con esta palabra para nombrarlos vulgarmente, podían sólo pagar este tipo de postre económico, y solían hacerlo asiduamente.
Las nuevas generaciones no sólo ya no denominan a los policías como “vigilantes” sino que al queso y dulce tampoco lo conocen con esa palabra.
Lógicamente al publicarse la anécdota de la joven moza, ignorante de este lenguaje, y que se autodisculpó agrediendo a los comensales con lo del “lenguaje de viejos”, quienes leyeron la situación tomaron partido por los clientes anonadados por el desconocimiento de la muchacha, y a la vez por el desdén profesado por esa empleada gastronómica.
“RATIO”: PARECIDO, PERO AL REVÉS
Cada vez más palabras surgen dentro de las redes sociales que pertenecen en exclusiva a la jerga de los habituales internautas.
Generalmente alguna de ellas aparece de forma imprevista y el usuario de redes que no pertenece a las últimas generaciones, no tiene ni idea de cómo emplearla, pero al mismo tiempo siente vergüenza como para preguntar su significado.
Por estos días muchos “adultos” han leído el término “ratio” y se preguntan bajito para no quedar como “opas” ¿qué significa y cómo se utiliza esa palabra originalmente del idioma inglés?
El significado literal de ‘ratio’ es ‘proporción’; por ejemplo, si en una clase de veinte alumnos desaprueban cuatro, el ratio de bochados y aprobados será de uno a cinco (1:5).
En el sector del gaming se popularizó mucho este término para referirse a la relación que existía entre las partidas totales jugadas en relación a las partidas ganadas, y se expresaba en un solo número (quien había jugado diez partidas y había ganado siete, tenía un ratio de victorias de 8:2, o sea de 4).
Dada la popularidad de esta palabra entre los gamers, muchos youtubers y streamers se acostumbraron a utilizarla, y la aplican en otros muchos contextos.
En la actualidad, su uso está más extendido en Twitter, donde se emplea para dar respuesta a un tuit que se considera estúpido o un sinsentido.
Cuando alguien responde ‘ratio’, lo que quiere es que las personas que también estén en desacuerdo con el tuit original le den ‘like’ y retuit, para que así el ratio de reacciones sea muy alto y la persona que escribió el tuit original quede ‘humillada’.
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