El diario Clarín volvió a demostrar su peculiar capacidad de acomodar la realidad según sus intereses empresariales y políticos. En su portada de hoy, tituló la suba de aranceles impuesta por Donald Trump a los productos argentinos con una inusitada ternura: “Trump sube el impuesto a nuestros productos menos que a otros países“.
En el subtítulo reforzó la idea con una aparente buena noticia: “Energía, alimentos y minerales pagarán el arancel mínimo del 10%“.
TRUMP Y LA ÚNICA VERDAD…
Pero la realidad es que no hay nada de positivo en esta medida para Argentina. De hecho, los aranceles impuestos por la administración de Trump afectan a toda la región de la misma manera, sin importar si los gobiernos son más afines o críticos con Estados Unidos.
Brasil, Colombia, Chile y Uruguay, este último con un nuevo gobierno de izquierda, también sufrirán el mismo 10% de aranceles en sus exportaciones a la potencia norteamericana. Es decir, Argentina no recibió ningún trato especial ni favorable por parte de Washington.
Sin embargo, Clarín optó por presentar la noticia como si el gobierno de Javier Milei hubiera obtenido una concesión diplomática que otros países no lograron.
En lugar de titular con claridad que Trump impuso nuevos aranceles a la Argentina, prefirió moldear la información para sugerir que la medida fue menos severa de lo que podría haber sido.
La decisión del diario no es casual: responde a su estrategia de “masajear con una mano y golpear con la otra” al gobierno de Milei, manteniendo una relación ambigua mientras negocia su propio beneficio empresarial.
El Grupo Clarín, dueño de Telecom Argentina, tiene un fuerte interés en que se apruebe la compra de Telefónica, una operación que necesita el favor regulatorio del gobierno.
En ese contexto, el diario equilibra sus críticas y sus apoyos a la administración libertaria, alineándose con su discurso en algunos temas clave mientras mantiene su independencia para presionar cuando lo considere necesario.
En el caso de los aranceles de Trump, Clarín optó por suavizar el impacto negativo de la noticia para no generar ruido en la relación entre la Casa Rosada y Washington.
CLARÍN: LA REALIDAD LA HIZO TAPA…Y LA TAPÓ
Este episodio refleja una práctica frecuente en los grandes medios de comunicación: la presentación sesgada de la información para favorecer determinados intereses.
En este caso, el título elegido por Clarín oculta un dato clave: los aranceles subieron para Argentina, sin importar la afinidad ideológica de su gobierno con la administración de Trump.
El resultado es una manipulación sutil pero efectiva: el lector casual que ve la portada sin profundizar podrá quedarse con la sensación de que Argentina fue “beneficiada” en comparación con otros países, cuando en realidad sufrió el mismo aumento arancelario que el resto de la región.
Clarín, una vez más, demuestra que su agenda no responde a principios periodísticos, sino a cálculos políticos y económicos propios.