Por Decreto, el presidente de la Nación, Javier Milei, habilitó el pago de propinas por vías electrónicas. La iniciativa abarca a trabajadores de la gastronomía, el turismo, expendedores de combustibles y trabajadores de reparto. ¿Qué impacto tendrá el cambio en el gremio?
Se trata de una iniciativa que venía impulsando Federico Sturzenegger, hoy ministro de Desregulación y Transformación del Estado. Ahora, según explicó él mismo, los cambios regulatorios le permiten a los consumidores optar por dejar propina con pagos electrónicos sin que ese dinero sea gravado por impuestos ni le genere costos adicionales al establecimiento.
“A los fines impositivos se considerará una gratificación de libre disponibilidad para el trabajador”, precisó el economista. Según informó la cartera en cuestión, los clientes podrán optar por pagar con tarjeta de débito, crédito o billetera virtual a una cuenta del comercio o al trabajador a recompensar. Si no se le transfiere directamente al empleado, “el comercio deberá transferir el monto en un plazo de 24 horas sin descuentos ni deducciones”.
Propinas virtuales: ¿Ganan todos?
Para Sturzenegger, con esta novedad “ganan todos”. “Los trabajadores gastronómicos y de otros sectores porque van a poder normalizar el cobro de sus propinas. Los empleadores porque resuelven el conflicto por la merma de las propinas sin generar un costo extra. Y los clientes porque podrán operar en condiciones equivalentes a las de cualquier país desarrollado”, sostuvo.
El universo de trabajadores abarcado por este cambio ronda el millón de personas. El sindicato que los representa es Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos (UTHGRA) conducida históricamente por Luis Barrionuevo.
Desde el gremio advirtieron que esta iniciativa supone modificar los convenios colectivos vigentes para adaptarlos a la nueva normativa. Por fuera de esto, las autoridades de la UTHGRA no lo ven con malos ojos si se lo utiliza “para recomponer los salarios del personal gastronómico”. La idea del propio Barrionuevo sería que la propina tenga un porcentaje preestablecido (entre el 14 y el 16 por ciento)