El proyecto de Ley de Presupuesto 2026 que se presentó esta semana en la Legislatura bonaerense contiene un apartado que levantará polémica. El Instituto Cultural que comanda Florencia Saintout tendrá para gastar casi 100 mil millones de pesos a lo largo del año, a razón de casi 240 millones de pesos por día.
Así se detalla en el artículo 5º del proyecto, donde se inscriben las asignaciones jurisdicción por jurisdicción. Administrará exactamente 87.014.290.000 pesos a lo largo de todo 2026. La cifra significa un 40 por ciento más del devengado a lo largo de todo 2024, teniendo en cuenta que la inflación acumulada desde diciembre de ese año hasta la fecha fue de 25 por ciento.
El Instituto Cultural está entre los 10 ministerios que más fondos administra, por encima incluso del Ministerio de Hábitat, clave para la construcción de viviendas, de Desarrollo Agrario e incluso del de Producción, Ciencia y Tecnología.
Una característica distintiva de los fondos del organismo es su fuerte componente de género: más de un tercio de su presupuesto (aproximadamente el 37,59%) se destinará a iniciativas con Perspectiva de Género.
El crédito PPG asignado al Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, que lleva adelante 16 iniciativas en este marco, asciende a 32.711,4 millones de pesos para buscar la “institucionalización y transversalización de la perspectiva de género en todo el territorio”. Tiene más recursos para esa finalidad que el propio Ministerio de las Mujeres.
Se estima que más del 80 por ciento de los recursos que demanda el Instituto Cultural son sueldos. De acuerdo a las planillas de ejecución presupuestaria de este 2025, actualizadas a marzo, pagó 13 mil millones en salarios sobre un total devengado de 16 mil millones de pesos.
Los datos consolidados a diciembre del año anterior muestran la misma tendencia. Siempre según datos oficiales, el Instituto Cultural gastó 56 mil millones de pesos, de los cuales 43 mil millones se inscriben en la columna “Gastos en personal”, a razón de 3 de cada 4 pesos que administró Saintout, una dirigente que atravesó a lo largo de toda su carrera política denuncias sobre uso de fondos públicos para “rentar” militancia, en este caso a favor de La Cámpora.

