El presidente Mauricio Macri anunció ayer la vuelta al Fondo Monetario Internacional, pero ¿qué condicionamientos puede poner el organismo a cambio del “apoyo financiero”? Claudio Loser formó parte del FMI y participó en las negociaciones con el país entre 1994 y 2002 y aseguró en FM CIELO 103.5 que “El FMI puede bancar cierto gradualismo, pero probablemente vaya a pedir que el gradualismo sea menor”, y opinó que “el camino está bien, pero está llevando demasiado lento y el dolor del pequeño ajuste, es casi tan grande como si se hace de una sola vez”.
En el mismo sentido, señaló que el FMI “va a pedir que se analice la reforma previsional” porque la población argentina está envejeciendo y el número de dependientes mayores de edad está aumentando respecto de los que trabajan. “El FMI va a decir: ustedes tienen un problema de caja, porque la gente que contribuye, no contribuye tanto como la gente que está sacando dinero con jubilaciones”. Con lo que, afirmó: “Pedirán subir la edad Jubilatoria”. Respecto a las jubilaciones del Gobierno anterior, de aquella gente que no había cubierto sus aportes, dijo: “era muy atractivo políticamente, pero fue muy injusto”.
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Por otro lado aseguró que “el régimen laboral argentino es demasiado lujoso, demasiado costoso para el empresario, la diferencia entre lo que paga el empleador y lo que recibe el empleado es muy grande y esto ni siquiera pasa en los países europeos”. El Fondo, según Loser, va a intentar una reforma laboral porque “es una herencia que tenemos del pasado, que hace que los que estén dentro estén bien, pero los que estén afuera estén mal”.
Dijo, además, que Argentina está en una “situación difícil de tensión económica por errores que pueden existir en este momento respecto de la ejecución del programa económico”. Por eso sostiene que el acuerdo con el FMI era necesario a partir de la escalada de la inflación y el déficit fiscal y la balanza de pagos con presión.
A pesar de que el déficit fiscal sigue siendo 6%, el ex director del FMI sostiene que “el país está en una posición bastante razonable para negociar”. “Es una idea inteligente acercarse al Fondo, aunque la gente se sienta engañada, pero si se llega a un acuerdo, cambiará la visión sobre Argentina”, sostuvo y agregó: “El gobierno estaba demasiado confiado de los éxitos que había tenido y creyó que le iban a seguir prestando, pero el mundo cambia”.
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