El fallecimiento del papa Francisco no tardó en dar la vuelta al mundo. En Argentina llegó a la madrugada (las 7.35 del Vaticano son las 2.35 de la madrugada acá) y con el correr de las horas se fue instalando en la agenda. Desde el Gobierno Nacional emitieron un comunicado oficial pasadas las 7 de la mañana. Qué dice.
“La República Argentina, un país de larga tradición católica y tierra del papa Francisco, lamenta profundamente la partida de Su Santidad y le envía sus condolencias a la familia Bergoglio“, expresa la carta publicada por la Oficina del Presidente de la Nación.
Por su parte, el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que el presidente de la Nación, Javier Milei, va a decretar “siete días de duelo por el fallecimiento del Santo Padre“.
El comunicado de Casa Rosada también dejó un mensaje del propio Milei. “El presidente destaca la incansable lucha del papado de Francisco para proteger la vida desde la concepción, promover el diálogo interreligioso y acercar la vida espiritual y virtuosa a los más jóvenes. Además, pone en valor su voluntad de llevar austeridad a la Santa Sede con sus gestos pastorales“.
Para cerrar, el Gobierno Nacional dejó tres frases en latín pertenecientes a la misa por los muertos: requiem aeternam dona ei, Domine (Dale, Señor, el descanso eterno), Et lux perpetua luceat ei (Y brille para él la luz perpetua) y Requiescat in pace (que descanse en paz).
La relación entre el papa Francisco y Javier Milei
Lo cierto es que el vínculo entre el jesuita y el libertario nunca fue muy afectuoso. De hecho, en su cuenta de Twitter, Milei reconoció “diferencias” entre ambos “que hoy resultan menores”. “Haber podido conocerlo en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor para mí”, dijo Milei.
Las diferencias tenían que ver con la agenda política de uno y otro. Mientras el Sumo Pontífice defendió el rol del Estado para erradicar las desigualdades y proteger a los más débiles, Milei propone eliminar toda intervención del poder público en la sociedad.
A pesar de eso, y de algunos cruces, Francisco I recibió al libertario, y a su hermana, en febrero del año pasado. Lo que nunca logró Milei, ni los tres presidentes que estuvieron antes que él, fue que Bergoglio, como autoridad máxima de la Iglesia Católica, venga a la Argentina. Sus palabras, sin embargo, siempre rezonaban fuerte en estas latitudes.