Los vecinos que litigan contra el polémico aeropuerto de El Palomar realizaron una nueva presentación judicial ante la jueza, Martina Forns. En la misma, denuncian que el gobierno de Mauricio Macri falsificó los límites de ruidos máximos admitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Allí habrían adulterado los valores de los sonidos emitidos por los vuelos de Flybondi y Jetsmart. De este modo, ocultan que la actividad comercial produce daño ambiental sobre la población de la zona, por lo que han solicitado a la magistrada que ordene la clausura de la terminal aérea.
El Ministerio de Transporte y la ANAC fueron denunciados por haber adulterado y falsificado los límites de ruidos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a efectos de ocultar el daño ambiental y el impacto acústico padecido por la población de la zona por haberse excedido los estándares máximos admitidos internacionalmente.
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La presentación judicial, realizada por los vecinos que litigan contra el aeropuerto de El Palomar, fue radicada el 17 de diciembre en el marco de la causa que lleva adelante la jueza federal, Martina Forns, contra el uso comercial del predio militar por parte de las low cost Flybondi, Jetsmart y cualquier otra línea aérea que quiera operar desde allí en el futuro, sea o no de bajo costo, nacional o extranjera, estatal o privada.
Según consta en el expediente, los vecinos acreditaron que en los últimos informes de mediciones de ruido, realizados por el propio gobierno de la administración macrista, las autoridades citaron límites de ruido de la OMS que son falsos, ya que informaron al Tribunal que el máximo de ruido admitido por dicho organismo internacional de la salud sería de 65 decibeles de día y 55 de noche. Sin embargo, los habitantes de la zona demostraron que los verdaderos límites de la OMS son 55 y 45 decibeles respectivamente.
Las mediciones de ruido del Aeropuerto El Palomar realizadas en octubre del 2019 en Hurlingham ya superan el máximo admitido OMS de 55 dBA Diurno (1999) y de 45 dB Diurno (2018)
Las mediciones, que fueron acusadas de ser falsas, corresponden a la contaminación sonora producida por los vuelos en El Palomar de Flybondi y Jetsmart durante octubre y los resultados fueron presentados ante Forns por el gobierno de Macri el mismo 10 de diciembre, en simultáneo con el traspaso de mando presidencial.
En la presentación judicial los vecinos dejaron constancia que la denuncia recae sobre el periodo de octubre de este año, mes durante el cual estuvo en vigencia el cese de vuelos nocturnos entre las 22 y 7 horas en la pista militar. Por ese motivo, los hechos ahora sospechados de ilícitos son independientes de la orden de la justicia federal que estableció el cese de los vuelos nocturnos y por eso la nueva denuncia deberá ser tratada por separado por la magistrada de San Martin.
Así, se acusa a Transporte, durante la gestión de Guillermo Dietrich y a la ANAC, durante la conducción de Tomás Insausti, de haber falsificado los límites máximos de ruido permitidos por la OMS con el objetivo deliberado de ocultar que con la cantidad actual de despegues y aterrizajes en El Palomar ya se genera un nivel de ruido que produce daño ambiental y perjudica la salud de los vecinos que rodean la pista del oeste del conurbano bonaerense.
Los estándares a los que hace referencia la denuncia son los establecidos por la OMS en 1999, sin embargo en el escrito se aclara que en la causa de El Palomar deben aplicarse los límites de ruido de la OMS de 2018. Estos son más estrictos, fruto de los avances en las investigaciones científicas realizadas en los últimos años que han recogido la creciente evidencia mundial que demuestra los graves perjuicios que padecen las personas expuestas a altos niveles de ruido aéreo.
De hecho, fue la propia magistrada Martina Forns la que sentenció en el expediente judicial que dichos límites de la OMS 2018 son los que deben tomarse como referencia en el caso del Aeropuerto de El Palomar.
Como prueba de que el ruido que producen los aviones de Flybondi y Jetsmart ya está en infracción superando lo máximo que se admite a nivel internacional, se adjuntaron los informes de ruidos realizados por las mismas demandadas, Transporte y ANAC, así como los documentos oficiales emitidos por la OMS en 1999 y 2018.
Entonces, la denuncia argumenta que fueron las autoridades nacionales las que afirmaron en la causa que el nivel actual de vuelos en El Palomar no implicaría afectación al medio ambiente y la salud, pero lo hicieron tomando como parámetros los límites de 65 decibeles de día y 55 de noche. Los mismos no existen, pero al compararlos con los verdaderos límites de 55 db y 45 db se llega a la conclusión que ya hay daño al ambiente y la salud, por lo que exigen que se ordene la clausura del aeropuerto El Palomar y el cese de los vuelos comerciales en dicho predio.
El polémico aeropuerto de El Palomar y un conflicto que se extiende en el tiempo
En la actualidad, operan en El Palomar las aerolíneas low cost Flybondi y JetSmart. El aeropuerto es rechazado en forma masiva por los vecinos de los seis municipios de la zona que reclaman por la contaminación y ruidos que padecen (Hurlingham, Morón, La Matanza, Tres de Febrero, San Martín y San Miguel) desde que el predio militar comenzó a operar vuelos comerciales en febrero de 2018.
A fines del 2017, el gobierno de Macri permitió a Flybondi usar comercialmente esa unidad militar, lo que le valió a la aerolínea un ahorro millonario porque en El Palomar las tasas aeroportuarias son 70 por cientos más bajas que en Ezeiza y Aeroparque. Es que cuentan con un subsidio del Estado Nacional a favor de las low cost que operan allí y es pagado con dinero de los impuestos de todos los argentinos.
Sin embargo, el 16 de abril pasado la Corte Suprema de la Nación decidió intervenir en la causa y ya comenzó a exigir explicaciones al gobierno nacional por los presuntos delitos e irregularidades cometidos en la habilitación comercial de la unidad militar.
Enrique Piñeyro, el piloto que anticipó la tragedia de LAPA, calificó al aeropuerto El Palomar como “un disparate” y afirmó que Buenos Aires no necesita tres aeropuertos comerciales, ya que Ezeiza y Aeroparque son suficiente.
Por su parte, los dirigentes aeronáuticos Pablo Biró (APLA), Edgardo Llano (APA) y Ricardio Cirielli (APTA), expresaron que en la industria se sospecha que Flybondi y JetSmart tendrían fuertes vínculos con cárteles mexicanos del narcotráfico y “de allí la necesidad de habilitar los vuelos comerciales desde El Palomar para estar fuera del control de los verdaderos aeropuertos comerciales habilitados de Buenos Aires, como Aeroparque y Ezeiza”.
Asimismo, desde julio de 2018, rige la solicitud de clausura definitiva del aeropuerto del fiscal federal Di Lello, quien alertó que la justicia debe actuar “antes que se caiga un avión y haya que lamentar centenares de muertos entre pasajeros y vecinos de El Palomar y alrededores”.
JetSmart junto con Flybondi operan en el cuestionado aeropuerto de El Palomar sobre el cual rige el pedido de cierre definitivo del Fiscal Federal Di Lello
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