A partir de la pandemia, y luego acentuado por la crisis económica, lo casero volvió a ganar un lugar en la mesa y en la memoria afectiva argentina. Quizás por eso, la panadería El Mortero, uno de esos rincones platenses donde siempre huele a hogar, anunció una propuesta pensada para quienes quieren ir un paso más allá del “me sale rica la torta” y animarse al oficio panadero.
Se trata de una masterclass de panadería artesanal que se dictará el miércoles 19 de noviembre, de 11 a 14 horas, en el local ubicado en calle 64 N.º 322, entre 1 y 2, en cercanía del Barrio Mondongo de La Plata.
Una experiencia de vida
Lejos de tratarse de un curso tradicional, la invitación busca meter a los participantes de lleno en la cocina real: donde la harina flota en el aire, el amasado se siente en el cuerpo y el horno marca el ritmo del trabajo.
“Vení a vivir lo que nosotros vivimos todos los días”, dicen desde El Mortero, y la frase que Francisco Miró le explica a Infocielo sintetiza la intención de abrir las puertas del trajín diario, mostrar la intimidad de “la cuadra” y compartir la pasión que los acompaña a él, a su mellizo, y a las siguientes generaciones, desde hace años.
Durante tres horas se aprenderán algunas de las recetas más buscadas por los clientes habituales: medialunas, facturas, torta matera, cremona, criollitos y chipá.
No se trata sólo de reproducir una preparación, sino de entender los tiempos, los pliegues, el uso correcto de la manteca y el modo en que cada masa “habla” cuando está lista para pasar al horno.
Quienes ya vieron los videos que acompañan la promoción en redes cuentan que la propuesta transmite exactamente eso: un clima relajado, lleno de charlas y anécdotas, donde cada paso se explica como lo haría un panadero enseñándole a un amigo.
Todo pensado para ser completo
El valor agregado está justamente en esa combinación de técnica y cercanía. Desde El Mortero explican que el objetivo es que cada persona “se lleve más que un recetario; que se lleve una partecita de todos nuestros años horneando”.

La experiencia incluye materia prima de primera calidad, todas las herramientas necesarias, café o infusión de cortesía y un recetario impreso para poder repetir en casa lo aprendido.
La panadería comandada por los hermanos Francisco y Pablo Miró, que tiene una historia de casi 7 décadas y últimamente viene creciendo en redes sociales, suele compartir el detrás de escena de su producción diaria, y ahora apostó a este formato porque muchos seguidores pedían aprender “los secretos” de sus facturas y medialunas, que ya son una marca registrada en el barrio.
La masterclass aparece así como una oportunidad única para conocer de cerca un oficio que, aunque parece simple desde afuera, guarda una enorme tradición transmitida de generación en generación.

En un momento donde las experiencias gastronómicas toman cada vez más protagonismo, esta propuesta combina aprendizaje, disfrute y el encanto irreemplazable del panificado recién salido del horno.
Una invitación a cortar la rutina por unas horas, meter las manos en la masa y salir con el alma un poco más liviana… y perfumada a manteca.

