El 2025 fue un año de alta intensidad política en la provincia de Buenos Aires. Decisiones electorales de fondo, reacomodamientos partidarios, internas expuestas y episodios de fuerte impacto institucional reconfiguraron el tablero en el principal distrito del país y marcaron el pulso de la dirigencia bonaerense.
El desdoblamiento de las elecciones provinciales, la disputa abierta dentro del peronismo y la emergencia de Axel Kicillof como figura central del escenario político convivieron con la fragmentación de la oposición, la crisis de los partidos tradicionales y un clima atravesado por tensiones económicas, judiciales y sociales.
Entre victorias, derrotas, escándalos y ausencias, la política bonaerense atravesó un año que dejó huellas profundas y abrió interrogantes hacia el futuro. Estos son los doce hechos que, por su peso político e institucional, marcaron el rumbo del 2025 en la provincia de Buenos Aires.
1. Lanzamiento del Movimiento Derecho al Futuro (MDF)
A comienzos de febrero de 2025, Axel Kicillof sacó a la cancha su propio frente de cara a las elecciones legislativas y materializó su divorcio político con Cristina y Máximo Kirchner. Contó con el respaldo inicial de 43 intendentes, legisladores y buena parte del movimiento obrero.
La lectura del núcleo duro del kirchnerismo fue que el lanzamiento vino a “dividir” en un momento en que Javier Milei atravesaba uno de sus peores momentos a raíz del escándalo de la criptomoneda $LIBRA.
Las tensiones entre el incipiente “kicillofismo” y el resto de los sectores de la coalición peronista atravesaron las discusiones electorales del año, especialmente el debate sobre la conveniencia —o no— del desdoblamiento de las elecciones provinciales y nacionales. Aunque hubo conjunción en las listas —una unidad sostenida con alfileres—, las disputas estuvieron a flor de piel durante todo 2025.
2. Pedido de intervención de la provincia y la respuesta de Kicillof
A fines de febrero de 2025 se produjo uno de los puntos más álgidos de la pelea entre el presidente Javier Milei y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
El crimen de la niña Kim Gómez sucedido en La Plata volvió a poner a la inseguridad como principal tema de debate. Javier Milei se rehusó a sentarse en una mesa de trabajo para atender la problemática y le pidió la renuncia al gobernador para poder intervenir la provincia.
La amenaza provocó una fuerte reacción de Kicillof y pausó la interna dentro de un peronismo que se aglutinó para defender la legitimidad de su mandato. “Milei avanza con el sueño autoritario de intervenir una provincia. Una provincia en donde perdió las elecciones”, sostuvo el gobernador en conferencia de prensa.
3. El desdoblamiento electoral puso al peronismo en ebullición
Tras meses de fuego cruzado dentro del peronismo en torno a la conveniencia de desdoblar o no las elecciones provinciales de las nacionales, el 7 de abril Axel Kicillof tomó una de las decisiones más trascendentales desde que es gobernador y separó la fecha de los comicios.
El mandatario provincial estableció el 7 de septiembre como fecha para las elecciones bonaerenses y pidió a la Legislatura que avanzara con la suspensión de las PASO, algo que finalmente ocurrió.
La inédita determinación en suelo bonaerense implicó mantener el sistema tradicional de votación —boleta partidaria con cuerpos seccionales y locales— frente a la llegada de la boleta única de papel que el gobierno nacional optó por utilizar para los comicios. También significó la decisión del gobierno bonaerense de asumir un rol protagónico en la organización electoral junto a la Justicia Electoral.
4. La candidatura trunca de Cristina Kirchner en la Tercera y su detención por la causa Vialidad
Conocida la decisión de Axel Kicillof de desdoblar las elecciones, Cristina Kirchner decidió jugar a fondo y se postuló como potencial candidata a diputada por la Tercera Sección Electoral, un planteo que generó un cimbronazo en el entonces Frente Unión por la Patria.
El anuncio, realizado desde los estudios de un canal de televisión, renovó las críticas de la expresidenta a la separación de los comicios, ya que, en su rol de presidenta del PJ, pugnaba por elecciones concurrentes para enfrentar el modelo de Javier Milei. Cristina Kirchner aseguraba que separar las elecciones era un “error político” que dividía esfuerzos. “¿Alguien concibe que si al peronismo no le va bien en septiembre en la PBA nos puede ir bien en octubre?”, se preguntaba.

A poco de conocerse su candidatura, la Justicia aceleró llamativamente los tiempos para que la Corte Suprema definiera si dejaba firme o no la condena en doble instancia en la causa Vialidad. Sectores opositores especulaban con un último intento de la expresidenta por conseguir fueros. El Máximo Tribunal ratificó la pena de seis años de prisión efectiva y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, lo que frustró la postulación.
La condena y la orden de detención para que cumpla la pena —finalmente bajo prisión domiciliaria— aglutinaron a todo el peronismo, aunque los reproches del kirchnerismo a la postura política de Axel Kicillof —incluidos algunos desplantes— quedaron de manifiesto durante los primeros días de junio.
5. Fragmentación del PRO
La confluencia en un frente electoral bonaerense entre La Libertad Avanza y el PRO hirió de muerte a la identidad partidaria amarilla y fragmentó a un partido que supo liderar durante una década la coalición opositora más importante frente al peronismo.
El paupérrimo resultado electoral del PRO en la Ciudad de Buenos Aires frente a LLA liquidó las aspiraciones de Mauricio Macri de mantener una fuerza propia y potenció a dirigentes como Diego Santilli y Cristian Ritondo, que apostaban a una fusión política.

Esa segunda variante se impuso, pero dejó heridos en los territorios. Varios intendentes no aceptaron las condiciones leoninas propuestas por los libertarios y decidieron jugar en otros espacios, como los casos resonantes de los hermanos Passaglia (San Nicolás), Javier Martínez (Pergamino) o Pablo Petrecca (Junín).
El armado de listas mostró a un PRO que intentó cuidar lo suyo, pero terminó rindiéndose ante los planteos libertarios, que impusieron el nombre La Libertad Avanza para la alianza y el color violeta como identidad de campaña.
6. La UCR bonaerense, a la deriva
La no resolución de la interna por la conducción del Comité, a raíz de la judicialización de los comicios de 2024, atravesó todas las discusiones políticas de la UCR bonaerense.
En medio de las disputas entre el abadismo y los intendentes frente al acuerdo Manes-Lousteau, se complicó la ingeniería electoral boina blanca.
Una solución precaria habilitó organismos de contingencia con repartos equilibrados para conformar un Comité de Contingencia, a cargo del exintendente de Trenque Lauquen Miguel Fernández, y una Convención de Contingencia liderada por su rival en los comicios partidarios, Pablo Domenichini.
Ese esquema habilitó la definición de alianzas. La mayoría de los sectores —excepto quienes respondían a Maximiliano Abad— optaron por formar un frente junto al peronismo no kirchnerista y algunos díscolos del PRO. Así nació la alianza “Somos Buenos Aires”, que cosechó magros resultados y redujo el poder legislativo del centenario partido.
Si algo faltaba para sacudir los cimientos del nuevo armado radical era un nuevo cierre de listas. La construcción nacional balcanizó aún más la oferta: mientras el sector referenciado en Martín Lousteau intentó un acuerdo con Provincias Unidas, Miguel Fernández y los intendentes impugnaron el nombre de Florencio Randazzo y jugaron con la Coalición Cívica. Facundo Manes, en tanto, se refugió en la Capital Federal y dejó huérfano su armado bonaerense. La debacle electoral fue evidente. “El radicalismo quedó en un no lugar”, resumió uno de sus dirigentes.
7. Resultado electoral de septiembre y Axel Kicillof como gran ganador
La contundente victoria del frente Fuerza Patria en territorio bonaerense, que superó por más de 13 puntos a La Libertad Avanza, reconfiguró el mapa político y dejó golpeado al mileísmo.
El gobernador no solo retuvo su centralidad en el distrito más populoso del país, sino que además se instaló como uno de los nombres propios del escenario nacional. La victoria también fue capitalizada por los intendentes de su entorno, que exhibieron su poder territorial y, en varios casos, la decisión de jugar como candidatos testimoniales.
Pese a ello, el kirchnerismo mostró festejos tibios y mantuvo sus reproches por la decisión de separar los comicios, algo que luego reforzó con los resultados de octubre.
8. El escándalo de José Luis Espert y el ascenso de Diego Santilli
La campaña nacional extendió las sospechas de corrupción que habían dominado el debate de septiembre, con el escándalo de Karina Milei y las coimas en el ANDIS, y se posaron sobre el primer candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, José Luis Espert.
El destape de sus presuntos vínculos con Fred Machado y el financiamiento de su campaña anterior pusieron contra las cuerdas al economista libertario. Sus respuestas evasivas sobre si había recibido o no 200 mil dólares del empresario narco quedaron expuestas durante su visita a Olavarría.
Desde allí, la campaña fue irremontable. Espert terminó renunciando a la candidatura y su lugar quedó en manos de Diego Santilli, quien se puso al hombro la campaña con resultados sorprendentes.
9. Remontada de La Libertad Avanza en las elecciones nacionales
El resultado bonaerense provocó un temblor político y económico para el gobierno de Javier Milei. La inestabilidad generada por la derrota tensó al extremo el esquema financiero y solo pudo ser sostenida por una inédita participación del gobierno de los Estados Unidos, que intervino para sostener el precio del dólar, habilitar préstamos y activar una verdadera “campaña del miedo”, a partir de la decisión de Donald Trump de condicionar la ayuda financiera al triunfo libertario.
La Libertad Avanza logró revertir los 14 puntos de diferencia de la elección bonaerense y se impuso por un escaso margen frente a Fuerza Patria.

En ese marco, Cristina Kirchner responsabilizó a Axel Kicillof por la derrota del peronismo a nivel nacional e insistió con su diagnóstico del “error político” que significó el desdoblamiento. Desde el kicillofismo respondieron lo contrario: sostuvieron que gracias a la separación de los comicios el peronismo pudo defender sus municipios y mantener la relación de fuerzas en la provincia.
10. Endeudamiento en la Legislatura
Luego de intensas negociaciones dentro del peronismo y con espacios aliados, el gobernador logró la aprobación del endeudamiento para afrontar vencimientos de deuda “heredada” y garantizar un piso de funcionamiento del Estado en un contexto económico sumamente complejo.
Alcanzar ese resultado requirió múltiples instancias —la ley se sancionó semanas después del Presupuesto y la Impositiva— y expuso no solo diferencias en la interpretación de la norma, sino también negociaciones por cargos legislativos. En ese marco, incluso La Libertad Avanza se quedó con una vicepresidencia en Diputados y hubo acuerdos en organismos como el Banco Provincia, el Consejo General de Educación y el Tribunal Fiscal de Apelaciones.
11. Fallecimiento de Mussi y “Chinchu” Gasparini
Dos muertes de históricos dirigentes conmovieron al peronismo bonaerense. A los 84 años y tras seis mandatos como intendente de Berazategui, falleció Juan José Mussi.
El exjefe comunal no solo ocupó cargos en su municipio, sino que también fue ministro de Salud bonaerense durante las gestiones de Eduardo Duhalde y Carlos Ruckauf; secretario de Asuntos Políticos de la Nación entre 2002 y 2003, y secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable entre 2010 y 2013.

La otra muerte que golpeó al peronismo fue la de Juan Carlos Gasparini, conocido como “Chinchu”. En Roque Pérez ejerció la intendencia durante tres mandatos. De origen humilde y con una historia de vida atravesada por la exclusión, construyó una figura política singular y muy cercana a su comunidad.
Falleció el 28 de junio de 2025, a los 76 años, tras una larga enfermedad. Su estilo frontal, su vínculo directo con los vecinos y su modo poco convencional de ejercer la política lo convirtieron en una figura emblemática del interior bonaerense.
12. Los 14 billones de pesos que Nación le debe a la Provincia
Se trató de una de las discusiones más transversales del año para la gestión bonaerense. Para dimensionar las dificultades económicas que enfrentó la Provincia, el ministro de Gobierno Carlos Bianco aseguró que las deudas de la Nación ya superan los 14 billones de pesos.
El monto se compone de 3,5 billones de pesos de deudas directas, 8,3 billones correspondientes a obras públicas abandonadas que estaban en ejecución en diciembre de 2023 y 2,7 billones vinculados a programas nacionales discontinuados.
Días atrás, en su última conferencia del año, Bianco confirmó que la Provincia va a “seguir reclamando” esos recursos tanto en el plano público como en la Corte Suprema de Justicia de la Nación, donde ya se presentaron siete denuncias.

