El concesionario RT Autos, ubicado en Remedios de Escalada, se volvió viral por un estilo de venta disruptivo y “brutalmente honesto” que está rompiendo con décadas de “chamuyo” en el rubro de los autos usados, y quizás no sea el único sino el emergente de un modelo que “llegó para quedarse”.
La verdad ante todo
A diferencia de las agencias tradicionales, el responsable de los videos virales (identificado como Rober) utiliza un lenguaje directo, crudo y bien de barrio para describir cada vehículo. En sus publicaciones es habitual escuchar términos tales como “Baqueteado” o “Catramina”: para autos con mucho uso y detalles estéticos imposibles de disimular.
- “Es un clavo”, también lo utiliza en modelos difíciles de vender por marca, estado o falta de demanda.
- “Traé tu catango”, es una invitación directa a entregar autos viejos como parte de pago, siempre que lleguen andando.
Esta estrategia busca claramente romper la desconfianza histórica en el mercado de usados, subrayando fallas, golpes y deudas (como infracciones de tránsito) para justificar precios bajos y evitar reclamos posteriores.
El contenido de esta agencia circula principalmente en X, Instagram y TikTok, donde los videos de “sinceridad extrema” suelen acumular miles de reproducciones. Allí no hay promesas infladas ni eufemismos: se muestra lo que hay.
De “joya nunca taxi” a “catanga”
Durante años, el vendedor clásico buscó adornar la realidad con eufemismos u ocultamientos para no espantar al cliente. Esta nueva camada de vendedores (o quizás solo Rober de RT) decidió hacer lo contrario y utiliza un vocabulario que antes hubiera sido un suicidio comercial:
- “El clavo”: el auto que nadie quiere y que te comprás sabiendo que te lo quedás.
- “Baqueteado”: no tiene detalles menores, tiene una vida dura encima.
- “Catramina” o “Catango”: un vehículo que apenas sigue en pie, pero arranca.
- “Tocado”: no es un roce leve, es un auto con historia de golpes.
La psicología del “nada que ocultar”
Este método no parece ser solo humor. Funciona como una estrategia de marketing basada en decir lo peor primero. Al aclarar que el auto “está detonado”, el vendedor elimina el miedo al engaño. El cliente ya no busca un “estado impecable” que no cree, sino un precio acorde a la realidad.
El tono conecta con la lógica de las redes, porque no hay trajes ni discursos aspiracionales, sino un tipo mostrando una EcoSport volcada y diciendo “es lo que hay por esta plata”.
El legado y la nueva ola
Aunque el mencionado vendedor es uno de los exponentes más visibles en el sur del Conurbano, no está solo. Figuras como Álvaro “El Toro” Oroza ya mostraron las entrañas del negocio, exponiendo deudas, patentes impagas y estafas comunes.
Este modelo demostró ser más efectivo que la publicidad tradicional. En un mercado saturado de exageraciones, el que muestra el óxido sin vueltas termina siendo el más confiable.
Si alguien busca un auto en esta época, y si esta modalidad prende y se extiende, tal vez ya no se pregunte si tiene aire acondicionado. La pregunta clave será: “¿Qué tan clavo es?”. Y la respuesta, cuanto más cruda y graciosa, mejor.

