El calor extremo marcó el pulso de la jornada en gran parte del país y dejó cifras récord, alertas meteorológicas y un fuerte impacto en la salud pública, especialmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) difundió este martes el ranking de las ciudades más calurosas de la Argentina, con localidades que superaron los 40 grados y evidenciaron que el verano se instaló con una intensidad poco habitual, incluso para esta época del año.
Según los datos oficiales, Santa Rosa, en La Pampa, encabezó el listado nacional con una temperatura máxima de 41,1°C. Le siguieron Victorica, también en territorio pampeano, con 38,4°C; Trenque Lauquen, en la provincia de Buenos Aires, con 38,5°C; General Pico, con 38,3°C; y otras localidades bonaerenses como Benito Juárez y Morón, que rozaron los 38 grados. La ola de calor se extendió de manera homogénea sobre la región pampeana y el centro del país, desplazando el foco térmico que en otros veranos suele concentrarse en el norte argentino.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires también figuró entre las zonas más afectadas. A las 15, la temperatura alcanzó los 36,9°C, con una humedad relativa del 28%, una combinación que elevó la sensación térmica y profundizó el malestar general. Mar del Plata, San Carlos de Bolívar, Campo de Mayo y Río Cuarto, en Córdoba, también superaron los 36°C, mientras que Rosario, La Plata, Merlo, Dolores, Olavarría y 9 de Julio aparecieron entre las localidades con registros elevados.

El SMN explicó que para que se considere una ola de calor en Buenos Aires deben superarse los 32,3°C de máxima y los 22°C de mínima durante al menos tres días consecutivos, umbrales que varias ciudades atravesaron en la última jornada. En ese contexto, el organismo declaró alerta naranja para la capital por temperaturas extremas, lo que implica un riesgo potencial para niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, y emitió además alertas amarillas por tormentas, lluvias y vientos en once provincias.
Cuando el calor se vuelve un problema de salud pública
El impacto del calor se reflejó con fuerza en el sistema de emergencias. El Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) asistió a más de 200 personas afectadas por las altas temperaturas en la Ciudad de Buenos Aires. De acuerdo con el último informe oficial, durante la jornada del 20 de diciembre se atendió a 208 adultos y 11 menores, y 41 de ellos debieron ser trasladados a hospitales porteños. Los datos, obtenidos a través del Sistema Integral de Seguridad Pública (SISeP), se conocieron el mismo día en que el jefe de Gobierno, Jorge Macri, presentó un plan de acción para hacer frente a la ola de calor.
Como parte de las medidas de mitigación, el Gobierno porteño habilitó 82 refugios climáticos distribuidos en distintos puntos de la ciudad. Entre ellos se encuentran la Usina del Arte, el Museo de Arte Popular José Hernández, el Jardín Botánico Carlos Thays y el Ecoparque, espacios con climatización o amplias áreas verdes destinados a brindar alivio térmico a vecinos y visitantes durante los picos de calor.
Recomendaciones para cuidar la salud
Desde el ámbito sanitario, especialistas advirtieron sobre los riesgos asociados a las temperaturas extremas y reforzaron las recomendaciones de prevención. El médico clínico Diego Sánchez Gelós, del Hospital de Clínicas de la UBA, explicó que el agotamiento por calor suele manifestarse antes del golpe de calor, con síntomas como sudoración excesiva, cansancio, debilidad, calambres, náuseas, cefaleas y mareos. En el caso de los niños, puede presentarse con irritabilidad, llanto excesivo e inapetencia.
Cuando fallan los mecanismos de regulación térmica aparece el golpe de calor, que se caracteriza por fiebre superior a 39°C, piel roja, caliente y seca, confusión, desorientación, somnolencia y, en casos graves, convulsiones o pérdida del conocimiento. Frente a este escenario, los especialistas recomiendan hidratarse de forma constante, permanecer en ambientes frescos y ventilados, evitar la exposición solar entre las 10 y las 17, usar ropa clara y liviana, priorizar una alimentación liviana y extremar los cuidados en adultos mayores y niños.
El pronóstico para el AMBA indica que las condiciones seguirán siendo exigentes. Para el miércoles se espera una máxima cercana a los 39°C y una mínima de 27°C, con probabilidad de lluvias por la tarde y un leve alivio térmico en los días posteriores. Hacia el inicio de 2026, las temperaturas comenzarían a descender gradualmente, con máximas en torno a los 30°C y mínimas cercanas a los 21°C.
Las estadísticas históricas del SMN muestran que la Ciudad de Buenos Aires atravesó 36 olas de calor desde 1961, con episodios particularmente intensos como los de diciembre de 2013 y enero de 2005. En el último año, además, las temperaturas mínimas se mantuvieron por encima de los valores normales, intensificando el impacto del calor nocturno. Un fenómeno que, según los especialistas, se vuelve cada vez más frecuente como consecuencia del cambio climático y que vuelve a poner en primer plano la necesidad de prevención y respuesta ante eventos extremos.

