Después de seis meses de inactividad, ayer se reunió el Consejo del Salario que nuclea a cámaras empresarias, la CGT y ambas CTA y a la Secretaría de Trabajo de la Nación. El objetivo del encuentro era definir una actualización del Salario Mínimo, Vital y Móvil que está congelado desde agosto y en niveles mínimos. No hubo acuerdos así que define el gobierno libertario.
Según se informó desde la CTA Autónoma, la ronda de propuestas la abrió la CGT proponiendo un salario mínimo de 512 mil pesos para noviembre con subas graduales hasta abril de 2026 para llegar a $553.000. Se trataría de un aumento inicial del 60% en comparación con los 322 mil pesos en los que quedó el haber en agosto.
Por su parte, las dos CTA (Autónoma y de los Trabajadores) propusieron fijar un nuevo salario mínimo “no inferior a la Canasta Básica Total (CBT)”. Actualmente, la CBT que elabora mensualmente el INDEC para delimitar la línea de pobreza está en $392.815 para un adulto, pero en 1,2 millones de pesos para un hogar de 4 integrantes.

A todo esto, los representantes de las cámaras empresarias propusieron un aumento del 8% en cinco cuotas. De esta manera, el salario mínimo alcanzaría los 349.000 pesos en abril del año que viene. El titular de la CTA-T, Hugo Yasky, cuestionó esta propuesta diciendo que equivale a “dos kilos de tapa de asado para seis meses”. “Una burla que no sólo desconoce el poder adquisitivo perdido sino que plantea seguir reduciéndolo”, indicaron en la central obrera.
Como era de esperar la jornada se dio por terminada sin que las partes alcancen ningún acuerdo. Ahora, se espera que el Gobierno Nacional de Javier Milei resuelva en los próximos días las actualizaciones del haber mínimo. En rigor, es lo que viene haciendo la administración libertaria desde diciembre de 2023.

Desde la CTA-A estiman que va a quedar “por debajo de la indigencia”. Por eso Cachorro Godoy, su secretario general, avisó que van a “seguir en las calles, organizados y movilizados, peleando por una vida digna”.

